No encuentran diferencias en la prevalencia de encefalomielitis miálgica y síndrome de fatiga crónica por COVID-19

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Publicado: lunes, 5 agosto 2024 7:16

MADRID 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio dirigido por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Estados Unidos descubre que las tasas de encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC) posterior a una enfermedad aguda fueron aproximadamente las mismas entre las personas cuya enfermedad aguda se debió a COVID-19 y las que no tuvieron COVID-19. Los hallazgos se publican en la revista revisada por pares 'JAMA Network Open'.

Los investigadores del amplio estudio realizado en varios centros encontraron una prevalencia del 3% al 4% de enfermedades similares a la EM/SFC entre los participantes del estudio que dieron positivo en la prueba de infección por SARS-CoV-2 y la misma prevalencia en otros que dieron negativo en la prueba de COVID-19. La investigación se basó en datos de una encuesta recopilada entre tres meses y un año después de las enfermedades iniciales de los pacientes.

El EM/SFC es una enfermedad multisistémica de larga duración que no tiene cura ni causa definitiva. Se caracteriza por la incapacidad de realizar actividades que el paciente podía hacer fácilmente antes de enfermarse. Esto suele deberse a fatiga intensa, problemas cognitivos y otros síntomas que tienen un impacto profundamente negativo en la vida diaria. No se sabe qué causa el EM/SFC, pero los investigadores y los expertos en EM/SFC han sospechado que puede estar relacionado con una infección, ya que muchos pacientes informan de una enfermedad directamente antes de desarrollar los síntomas del EM/SFC.

"La EM/SFC no tiene más probabilidades de presentarse en personas infectadas con COVID-19 que en personas con otras enfermedades agudas", relata la doctora Joann Elmore, profesora de medicina en la división de medicina interna general e investigación de servicios de salud en la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA, y coautora principal del estudio. "Sin embargo, una prevalencia del 3 al 4% de EM/SFC después de una enfermedad aguda por COVID-19 impondría una carga muy alta a la sociedad y a nuestro sistema de atención médica, dados los muchos millones de personas infectadas con SARS-CoV-2".

El estudio se llevó a cabo en inglés y español en el marco de INSPIRE (Innovative Support for Patients with SARS-CoV-2 Infections Registry), un proyecto financiado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Incluyó a 4.700 participantes que experimentaron síntomas similares a los de la COVID-19 entre el 11 de diciembre de 2020 y el 29 de agosto de 2022, siendo el 68% de los participantes mujeres.

El porcentaje promedio de participantes con EM/SFC a los tres meses fue del 3,4% para las personas COVID-positivas y del 3,7% para el grupo COVID-negativo, sin diferencias significativas en la prevalencia a lo largo de 12 meses de seguimiento.

Los investigadores advierten de varias limitaciones en los resultados. Es posible que no se hayan mitigado por completo las diferencias en las características de los participantes al inicio del estudio entre los grupos de COVID-19 positivos y negativos. Por ejemplo, las nuevas infecciones por COVID-19 fueron más frecuentes en los meses posteriores a la enfermedad aguda en el grupo que inicialmente dio negativo en la prueba que en los que dieron positivo al principio, y es posible que algunas personas no hayan sido conscientes de una infección posterior. Además, es posible que haya habido resultados falsos positivos y falsos negativos en las pruebas de COVID-19, lo que ha dado lugar a una clasificación errónea de los participantes. Por último, la evaluación del EM/SFC se basa en los síntomas autoinformados y puede estar sujeta a sesgo de memoria.