Por qué no debemos confundir tristeza con depresión

Archivo - Mujer mayor sentada sola y triste tras una ventana.
Archivo - Mujer mayor sentada sola y triste tras una ventana. - DELIHAYAT/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 17 enero 2022 15:08

MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Servicio de Salud Mental del Hospital Universitario de Vinalopó, el doctor Luis Fabián Mahecha, ha advertido de que no se pueden confundir los términos "tristeza" y "depresión", ya que la primera es "solo un síntoma" de la segunda.

"El problema viene cuando la tristeza se convierte en depresión, términos que solemos confundir", asegura el doctor Mahecha, algo en lo que coincide la doctora Helena Díaz, jefa de la Unidad de Salud Mental del Hospital de Torrejón. "La tristeza, en intensidad elevada, es solo un síntoma de depresión. Sentirse triste y estar deprimido no son sinónimos", explica.

En concreto, la depresión provoca síntomas como falta de interés o capacidad para experimentar placer, apatía, insomnio, alteración de la alimentación, pérdida de energía y dificultad para concentrarse.

Por su parte, la psicóloga clínica del Hospital Ribera Juan Cardona, Paula Marcos, añade, en este sentido, que "la tristeza, como el resto de emociones, se convierte en un problema de salud mental cuando perdura durante mucho tiempo, y cuando invade todos los espacios de la vida, y la persona deja de ser capaz de disfrutar de aquellas cosas positivas y que nos hacen felices".

En este sentido, recuerda que la pandemia ha impactado en la salud mental de la población. "La Covid-19 ha influido en todo lo que nos hace disfrutar y en ocasiones los sentimientos positivos se han sustituido por miedo al contagio, culpa e incertidumbre", añade.

Por su parte, el psicólogo general sanitario de Ribera Hospital de Molina, Javier Rodríguez, recuerda que cualquier persona es susceptible de que las circunstancias y sus predisponentes biológicos puedan llevarla a sentir tristeza y también, a sufrir depresión. Al respecto, Rojo, considera que "hay personas que pueden tener una manera de ser triste, una tendencia general de sentir y comportarse".

Sin embargo, añade, "no es necesario que exista una base de personalidad, ni un temperamento definido, para que se desarrolle un estado de ánimo triste". Para Rodríguez, "nuestra salud física y psicológica van de la mano y están interconectadas".

En relación a ello, la doctora Díaz asegura que "el cuerpo y las emociones son inseparables" y por eso, apunta, "es frecuente observar síntomas físicos en personas que padecen estados de tristeza sostenidos, por ejemplo, problemas gástricos, insomnio, cefaleas, cansancio o fatiga excesivos o pérdida de apetito".

CÓMO AFRONTAR LA TRISTEZA

La doctora Díaz y Marta Rojo, psicóloga clínica del Hospital Universitario de Torrejón, aconsejan, para afrontar momentos de tristeza, mantener una vida activa, enriquecida con actividades placenteras y "personas que aportan alegría y estimulan la curiosidad".

También abogan por "intentar parar, pensar en uno mismo, en aquello que ha conseguido, y en compartir, planificar a medio y corto plazo acciones y proyectos que provoquen ilusión y fortalezcan, y mantener unos hábitos de vida saludable: ejercicio, dieta, y adecuado ritmo de sueño y afrontar los miedos y pensamientos desde la positividad.

Para el doctor Mahecha, es importante apoyarse en la familia, amigos y allegados, buscar alternativas al problema y "no caer en la trampa del pesimismo". También recuerda la importancia de evitar el aislamiento e intentar mantener las actividades y rutinas para intentar impedir que el dolor avance.

Por último, Lorena Cerezo, psicóloga clínica en el Departamento de Salud de Denia, aconseja, además del apoyo del entorno, "entender que hay que vivir la tristeza y transitarla sin rechazarla ni evitarla, y darse permiso para llorar y descansar".