MADRID, 22 Ene. (INFOSALUS) -
Los niños que ven más de dos horas al día la televisión son más propensos al sobrepeso, realizan menos actividad física y podrían tener un mayor riesgo de dificultades de atención y aprendizaje durante sus años de adolescencia y el inicio de su vida adulta, según diferentes estudios publicados en el último año.
Y lo cierto es que la cantidad de tiempo que los niños pasan al día usando pantallas, como las de televisores y ordenadores, excede las pautas recomendadas por los expertos, según concluye un estudio publicado en la revista 'BMC Public Health'. Estas directrices se elaboraron en un momento en el que las tabletas, los teléfonos móviles y otros dispositivos móviles no estaban tan presentes en la vida cotidiana, lo que sugiere que deben reescribirse.
El uso prolongado de las pantallas por parte de los niños está asociado con resultados de salud físicos y mentales adversos, como un mayor riesgo de depresión y ansiedad en las adolescentes. Aunque en el presente estudio no se ven directamente los efectos sobre la salud de los niños, este trabajo parte de una investigación longitudinal que lo hará.
En 2001, la Academia Americana de Pediatría publicó recomendaciones sobre que los niños menores de 2 años no deben estar expuestos a las pantallas y se debe limitar la exposición en los mayores de 2 años a menos de dos horas al día. Estas directrices y la mayoría de los análisis de seguimiento se han basado en preguntar a los niños acerca de su consumo de televisión y videojuegos sin preguntar acerca de otros tipos de medios de pantalla.
Para hacer frente a esto, investigadores de la Universidad de Australia Occidental encuestaron 2.620 niños de entre 8 y 16 años de 25 escuelas primarias y secundarias en Australia. Se mostró a los escolares diferentes tipos de pantalla: iPad, iPod Touch, ordenador portátil, PlayStation Portable (PSP), ordenador portátil y Xbox, y ejemplos de los diferentes tipos de actividades que se pueden hacer con estas pantallas: ver la televisión, el uso de mensajería instantánea, jugar a juegos de ordenador y hacer los deberes.
Luego, se les preguntó acerca de la cantidad de horas que utilizan estos dispositivos, desde que se despiertan hasta que se van a la cama, incluyendo antes, durante y después de la escuela. Encontraron que un promedio del 63 por ciento de los encuestados superó las directrices recomendadas de menos de dos horas.
El más popular entre todos los participantes fue la televisión, con un 90 por ciento que la vio durante la última semana, seguida por el ordenador portátil (59 por ciento), iPad/tableta (58 por ciento) y teléfono móvil (57 por ciento). Hubo variación en el uso dentro de los grupos individuales de edad: el 45 por ciento de los participantes más jóvenes (a partir de 8 años), superó las directrices, y el 80 por ciento de las personas de 14 a 15 años.
DIFERENCIA POR SEXOS
También hubo una diferencia en el uso de la pantalla por sexos, como señala la investigadora principal, Stephen Houghton: "Como se preveía, los niños eran más propensos que las niñas a superar la recomendación de menos de dos horas jugando con el ordenador, pero no se esperaba que las niñas fueran más propensas que los niños a superar la recomendación de menos de dos horas en las redes sociales, el uso de Internet, y viendo películas en la televisión o DVD".
"De particular interés es la tasa a la que tienen más probabilidades de superar la recomendación de menos de dos horas para las redes sociales a medida que crecían las niñas. En concreto, a los 15 años de edad de las niñas tenían 15 veces más de probabilidades de exceder la recomendación de un consumo de menos de dos horas en comparación con sus compañeras de 8 años y casi siete veces más que los chicos".
Este estudio se basa en la información aportada por los participantes sobre la utilización de diferentes tipos de pantallas, pero no investigó su efecto directo en la salud de los niños."La aparición de dispositivos móviles sugiere que las menos de dos horas al día recomendadas pueden ser ya insostenibles dado el aumento de la participación de los medios de comunicación social y el uso de la pantalla derivado de la escuela. Las directrices para el uso apropiado de pantallas también deben tener en cuenta cómo difiere el uso de pantalla según la forma, la actividad, el sexo y la edad", concluye Houghton.