MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los niños prematuros tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticados con trastornos de déficit de atención e hiperactividad y tienen un menor rendimiento en tareas de memoria y velocidad de procesamiento comparado con los niños nacidos a término, según un estudio internacional liderado por la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido).
La investigación, en el que han participado expertos de Holanda, Canadá y Australia, además de los investigadores españoles de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Universitario Ramón y Cajal (IRYCIS) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), Javier Zamora y David Arroyo, ha demostrado que los niños prematuros tienen puntuaciones menores en una serie de evaluaciones cognitivas como el cociente intelectual y en pruebas de habilidades motoras, habilidad lectora, ortográfica y rendimiento en matemáticas.
"Estos resultados ponen de relieve la necesidad crucial de que padres, cuidadores y docentes reconozcan la necesidad de apoyo en aspectos sociales, académicos y de comportamiento en las edades de la escuela primaria y secundaria para los niños nacidos pretérmino. El desarrollo general del niño depende del apoyo brindado para maximizar su potencial", ha destacado el jefe de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Ramón y Cajal (Madrid) y autor de correspondencia del estudio, Javier Zamora.
Los expertos han llevado a cabo una revisión sistemática para analizar las consecuencias asociadas a los distintos grados de prematuridad. Para ello se han evaluado los efectos en el desarrollo cognitivo, motor, conductual y académico de los niños nacidos prematuros en comparación con otros niños nacidos a término. El estudio, publicado en la revista 'British Journal of Obstetrics and Gynaecology' (BJOG), ha considerado 74 estudios de investigación publicados hasta la fecha, incluyendo un total de 64.061 niños nacidos entre 1980-2016, de los que se ha obtenido información acerca de su desarrollo neurológico.
De igual manera, se ha comparado los niños prematuros extremos (<28 semanas), muy prematuros (28-33 semanas) y prematuros tardíos (34-36 semanas), con los niños nacidos a término (=37 semanas) en diferentes etapas de su desarrollo: 2-4 años (edad preescolar), 4-11 años (primaria), 11-18 años (secundaria) y en mayores de 18 años (educación superior).
La profesora de la Universidad Queen Mary de Londres y líder del estudio, Shakila Thangaratinam, ha señalado que "el trabajo demuestra que los efectos del desarrollo de la prematuridad persisten más allá de la infancia más temprana. Los individuos, las organizaciones y los servicios que participan en el cuidado a largo plazo de los niños deben tener en cuenta la edad gestacional en el momento del parto cuando realicen evaluaciones de los niños y tomen decisiones sobre su atención sanitaria y educativa".
"En este estudio se constata cómo el momento de la finalización de la gestación puede influir en el neurodesarrollo posterior del niño a corto, medio y largo plazo. Por tanto, en estos casos se deberá sopesar minuciosamente los beneficios de inducir el parto antes del término frente a un posible efecto adverso materno-fetal intraútero", ha afirmado la ginecóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal y profesora asociada de la Universidad de Alcalá de Henares, Irene Pelayo.
Se calcula que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros en todo el mundo y cerca de 35.000 sólo en España (7,4 por cada 100 nacimientos). Entre las complicaciones más graves que pueden sufrir los niños a corto plazo se incluyen los problemas respiratorios, las infecciones y la hemorragia cerebral. A largo plazo estos niños tienen un mayor riesgo de padecer trastornos cognitivos, motores y de comportamiento.