MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los niños que participan en actividades de horticultura, bien en el ámbito escolar como en su propio hogar, tienen una dieta más saludable gracias a una mayor predisposición a comer frutas y verduras, según los resultados de un estudio realizado por la Asociación Americana de Dietética.
El estudio, analizó el impacto nutricional en niños, de entre 5 y 15 años, que participaron en programas de intervención de educación alimentaria basados en el trabajo en huertos entre 1990 y 2007. Así, de los once proyectos analizados en cuatro de ellos hubo un aumento en el consumo de frutas y/o verduras, mientras que en otros seis el resultado fue un cambio en la preferencia por estos alimentos, ya que los escolares comenzaron a consumir aquellos productos que habían cultivado.
Además, aquellos estudiantes que habían participado en este tipo de actividades, tenían un mayor conocimiento y concienciación sobre la importancia de tener unos hábitos saludables, según informa la Asociación Española de Dietistas Nutricionistas (AEDN) en un comunicado.
De este modo, se evidencia que los programas escolares de educación alimentaria-nutricional pueden conseguir incrementos en el consumo hortalizas y frutas, sobre todo cuando la información teórica se complementa con talleres u otro tipo de actividades más prácticas que ayudan a afianzar lo aprendido en las clases a través del juego.
El objetivo es que a través de estos talleres los niños puedan experimentar con nuevos sabores y texturas, implicándolos en el proceso de elaboración y fomentando de esta forma el consumo de frutas y hortalizas de una forma lúdica y amena.