MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Los niños españoles son los segundos europeos más jóvenes en iniciarse en el uso de lentillas, según ha mostrado un trabajo realizado por 'EUROMCONTACT', la asociación europea de fabricantes de lentes de contacto y productos para su cuidado, presentado en Madrid.
El acto, que ha tenido lugar en la sede del Consejo General del Colegio Nacional de Ópticos Optometristas, representa la primera visita de asociación a la capital para compartir con su socio español, la Asociación Española de Fabricación, Comercialización e Importación General de Óptica y Oftalmología (AEO), la situación actual en Europa del mercado de lentes de contacto, su regulación y los avances en el cuidado de la salud visual del usuario.
Asimismo, la media europea indica que 7 de cada 10 usuarios de lentes de contacto realizan revisiones cada 6 meses o 1 año. En concreto en España, los datos muestran que cerca del 20 por ciento se somete a una revisión visual cada 6 meses y prácticamente la mitad de los usuarios cada año.
Sin embargo, la tendencia general de la sociedad dista mucho de estas cifras, ya que menos del 40 por ciento de los españoles se realizan sus revisiones visuales anuales. En el caso de los niños, solo 3 de cada 10 menores de 7 años ha acudido a alguna de sus revisiones pertinentes.
INICIATIVAS DE EUROMCONTACT
Por otra parte, EUROMCONTACT ha anunciado a sus socios españoles que en el Fórum de Contactología, que tendrá lugar en Madrid el próximo día 8 de noviembre, se presentará la 'Loyalty Simulation Tool', que busca aportar recursos a las ópticas para que sepan fidelizar a su cliente, aportar valor a la compra y poner de manifiesto la importancia de la implicación de un profesional de la salud visual en la decisión de compra.
Asimismo, en el ámbito regulatorio, EUROMCONTACT ha compartido sus principales prioridades, entre las que destaca su labor para modificar la legislación que atañe a la fluoresceína sódica, para que deje de ser considerado como dispositivo médico y pase a ser considerado como producto sanitario, de manera que tanto el oftalmólogo como el óptico-optometrista pueda utilizarlo en el gabinete.
Del mismo modo, se ha logrado que las lentes de contacto neutras -sin graduación, como las lentes cosméticas- se asuman como productos sanitarios, de manera que reciban el mismo trato que el resto de lentes, ya que su uso puede interferir en la fisiología ocular del paciente, igual que ocurre con cualquier otra lente.