Los niños de entornos desfavorecidos realizan actividades físicas menos enérgicas

Actualizado: miércoles, 29 julio 2020 13:23

MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -

Los niños de entornos desfavorecidos y ciertos grupos étnicos minoritarios, incluso de origen pakistaní y de Bangladesh, tienen niveles más bajos de actividad física vigorosa, según investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido. Los patrones reflejan las desigualdades observadas en los niveles de obesidad infantil, lo que sugiere la necesidad de un mayor enfoque en la promoción de la actividad física enérgica, en particular para los niños de entornos más desfavorecidos.

En las últimas cuatro décadas, la prevalencia global de la obesidad infantil se ha multiplicado por diez. La obesidad en la infancia está asociada con la enfermedad y la muerte temprana en la edad adulta, por lo que abordar la obesidad infantil es cada vez más una prioridad de salud pública para los gobiernos.

También se están ampliando las desigualdades en la prevalencia de la obesidad. A los 11 años, los niños de familias desfavorecidas en Reino Unido tienen tres veces más probabilidades de ser obesos que los niños más favorecidos. También existen marcadas diferencias étnicas y raciales en los niveles de obesidad infantil, con tasas más altas de obesidad dentro de ciertas minorías étnicas, incluidos los niños de origen negro africano, caribeño negro, pakistaní y bangladesí.

La evidencia sugiere que la actividad de intensidad más intensa, como correr o nadar, está más fuertemente vinculada a la reducción de la circunferencia de la cintura y la grasa corporal que la actividad de intensidad moderada. Las directrices internacionales dicen que los niños deben participar en actividades de intensidad moderada a vigorosa durante al menos 60 minutos por día.

"Cuando observamos la actividad física general, no vemos diferencias claras entre los niños de distintos orígenes a pesar de las claras desigualdades en la obesidad", dice Rebecca Love, científica becaria en el Centro de Investigación de Dieta y Actividad (CEDAR, por sus siglas en inglés) en la Unidad de Epidemiología de MRC en la Universidad de Cambridge. "Para investigar más a fondo, observamos si la actividad física en general ocultaba desigualdades en la intensidad con la que se realiza esa actividad que pudiera explicar estos patrones", agrega.

Los investigadores estudiaron datos de casi 5.200 niños de 7 años de edad que formaron parte del 'Millennium Cohort Study', un estudio longitudinal de niños nacidos en Reino Unido entre septiembre de 2000 y enero de 2002. Los niños recibieron acelerómetros y se midió su actividad durante un mínimo de diez horas durante tres días. Los resultados se publican en la revista 'BMJ Open'.

TRES MINUTOS MÁS DE ACTIVIDAD AL DÍA EN NIÑOS CON MADRES CON MÁS FORMACIÓN

El equipo descubrió que cuanto más alto es el nivel de educación alcanzado por la madre, más minutos de actividad enérgica de intensidad es probable que tenga su hijo, lo que explica el tiempo dedicado a la actividad física moderada. Los niños con madres con elevados niveles de educación acumularon tres minutos de actividad más vigorosa por día que aquellos con bajos niveles de educación. De manera similar, el equipo encontró un tiempo significativamente mayor en la actividad de intensidad fuerte de manera incremental con el aumento de los ingresos del hogar.

Las diferencias de intensidad también fueron evidentes por la etnicidad. Los niños blancos británicos realizan en promedio más de tres minutos más de actividad física enérgica diaria en comparación con los niños de origen pakistaní y de Bangladesh. Los niños de "otros grupos étnicos" también acumularon 2,2 minutos menos de actividad de intensidad vigorosa diaria en general.

Los hallazgos sugieren que estas diferencias son relevantes a nivel de la población y los cambios para reducir las diferencias en la actividad física fuerte podrían tener implicaciones en la población en cuanto a las desigualdades en relación a la adiposidad en los niños de Reino Unido. Las diferencias fueron constantes tanto en niños como en niñas.

"Hay diferencias claras en la cantidad de actividad física vigorosa que realiza un niño en función de su origen socioeconómico y étnico", explica la autora principal, la doctora Esther van Sluijs. "Aunque individualmente, estas diferencias son pequeñas, a nivel de la población es probable que marquen una diferencia. Los cambios para reducir las brechas existentes en la actividad de intensidad enérgica podrían ayudar a reducir las desigualdades existentes en los niveles de obesidad en los niños", agrega.

El equipo dice que hay muchos factores que podrían explicar las diferencias, incluido el acceso o el costo de participar en actividades deportivas, y un padre que trabaja más horas de trabajo inconsistentes dentro de un trabajo de bajos ingresos. También puede haber diferencias en el hogar y el apoyo familiar para practicar actividad física entre grupos étnicos.

"Los niños de diferentes orígenes pueden enfrentarse a una serie de barreras que les impiden participar en deportes u otros tipos de actividad física intensa", agrega el doctor Jean Adams. "Necesitamos encontrar más formas de brindar oportunidades para que todos los niños participen en actividades vigorosas", concluye.