MADRID, 5 Sep. (EDIZIONES) -
No existe en el momento actual evidencia para afirmar que los niños actúan como vectores de la enfermedad de la COVID-19. Hay estudios publicados con resultados muy diferentes: En algunos se afirma que contagiarían más que los adultos, mientras que en otros que los pequeños contagiarían menos, y será a partir de los 10 años cuando contagiarían como los adultos.
"También se ha estudiado la permanencia del virus en las vías respiratorias de los niños, y aunque sea prolongada, decir que es efectiva su transmisión está en duda. Nos faltan más estudios y datos para hacer una afirmación en un sentido u otro", valora en una entrevista con Infosalus la doctora Teresa Cenarro y el doctor Pedro Gorrotxategi, vicepresidentes de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Además, destacan que, por los casos recogidos en la infancia durante estos meses de verano, sí que se podría decir que la mayor parte de los niños que se han infectado por coronavirus desarrollan una enfermedad leve, siendo un gran porcentaje asintomáticos.
¿Los niños van a estar más expuestos a la infección del coronavirus SARS-CoV-2 si asisten al colegio? Los pediatras señalan que hasta el momento actual, la mayor parte de los contagios en niños se han producido en el ámbito familiar por personas adultas de ese círculo que han contagiado a los niños.
Es más, recuerdan que, recientemente, el Hospital Sant Joan de Deu (Barcelona) ha publicado un trabajo, aunque no extrapolable al espacio cerrado de los colegios, en el que reportan que los niños no se han infectado en las escuelas de verano, y por tanto no han contagiado a sus familiares.
"Por eso, suponer que en el colegio los niños van a estar más expuestos a la infección de COVID-19 que en su ámbito familiar no se puede afirmar. Según transcurra el curso escolar podremos valorar si los niños son fuente de contagio a sus familias, en la actualidad no tenemos datos en ese sentido", afirman los vicepresidentes de la AEPap.
Con ello, remarcan que desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, siguiendo las recomendaciones de las organizaciones de defensa de la infancia como Save The Children y Unicef, se ha defendido la necesidad de que los niños tengan una educación presencial.
"Consideramos que esta vuelta al colegio se tiene que dar con todas las medidas para que se realice en una situación de seguridad para niños y docentes. No existe el riesgo cero, pero creemos que el colegio es mucho más que el lugar donde se adquieren conocimientos. Es el lugar donde se aprende también a socializarse y a manejar sentimientos. Es especialmente necesario en aquellos niños que pertenecen a familias vulnerables y en los que tienen necesidades educativas especiales", advierten.
Sobre el uso de mascarillas, fijado en los 6 años en las aulas para este curso, Cenarro y Gorrotxategi descartan su empleo por debajo de esa edad dado que, según justifican, en los más pequeños el problema se encuentra en el control del buen uso de las mismas, "una manipulación incorrecta de la mascarilla puede ser perjudicial".
"Si el adulto responsable de los niños puede asegurar un buen control de su uso, no habría inconveniente, pero en la mayoría de los colegios los grupos de niños entre 3 y 6 años van a ser numerosos lo cual hace casi imposible el buen uso de las mascarillas", aseguran.
Con todo ello, la AEPap ha elaborado una propuesta con recomendaciones para el regreso a la escuela presencial y para la coordinacio*n entre los colegios y los centros de salud. Las medidas de higiene (ventilar aulas entre clase y clase, higiene manos, hidrogel y mascarillas en clase), distanciamiento físico y aislamiento, junto con el refuerzo en Atencio*n Primaria y de los servicios de rastreo prometido por los departamentos de Salud son a su juicio las claves para una vuelta al cole segura.
A su vez, destacan el formar grupos pequeños, la existencia de los llamados 'grupos burbuja'; el escalonar entradas y salidas; y la conveniencia de que sea el mismo adulto el que lleve y recoja al niño.
Igualmente, AEPap plantea que los niños no acudan con fiebre o tos al colegio, con independencia de su causa; cuarentenas de todo el grupo y PCR si un alumno o profesor es positivo. "Incluso en el caso de que todos dieran negativo deberán quedarse en casa 14 días. Si hay dos casos positivos en dos clases diferentes del mismo centro, las autoridades sanitarias podrían ordenar el cierre del centro para cumplir el aislamiento preceptivo. Este sistema se maneja ya en Cataluña", advierten.
En última instancia apuestan por la puesta en marcha de PCR en 24 horas, dado que, según advierten los pediatras Cenarro y Gorrotxategi, la agilidad en las pruebas podri*a evitar aislamientos y bajas laborales de los padres. "Cuantas más medidas sea posible aplicar mayor será la seguridad", defienden.
EL PROBLEMA DE AISLAMIENTOS Y CUARENTENAS
Ahora bien, reconocen que uno de los principales problemas en el manejo de la situación escolar van a ser los aislamientos y las cuarentenas de los niños, y el cuidado de sus padres. "Existen test diagnósticos rápidos para la gripe, de los que en la mayoría de las comunidades autónomas no disponemos en atención primaria y que podrían servir para diferenciar la gripe de la COVID-19; con lo que se evitarían aislamientos innecesarios, pérdida de horas de trabajo para los padres, y preocupación en los mismos, con respecto a la nueva enfermedad", avisan los pediatras Cenarro y Gorrotxategi.
Finalmente, desde AEPap quieren transmitir a los padres que entendiendo su gran preocupación en la vuelta al colegio, ven ésta "muy necesaria", y que por eso se van a aplicar todas las medidas de seguridad para garantizar una vuelta lo más segura posible.