MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General de Dentista de España recomienda que los niños acudan a una revisión bucodental después de las vacaciones de Navidad y recuerda que solo el 71 por ciento de los padres afirma haber llevado a su hijo al dentista en el último año.
Tal y como explica, los excesos de la época navideña pueden haber afectado a los dientes de los menores, provocando problemas bucodentales que, a la larga, pueden derivar en patologías más graves.
Tal y como recuerda el doctor, comenzar el año con una revisión bucodental "asegura que los más pequeños disfruten de una buena salud oral y, por tanto, general".
"Los dentistas haremos un diagnóstico y valoraremos las necesidades concretas de cada niño. Así, a los que presenten un mayor riesgo de caries, se les podrá aplicar selladores o un barniz de flúor para proteger los dientes", explica el doctor Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas.
Según el experto, "hay que desterrar el mito de que no es necesario tratar los dientes de leche cariados porque se van a acabar cayendo para dar paso a la dentición definitiva". Así, cuidarlos es "fundamental" por varias razones: evitan infecciones (flemones) y dolor al niño, posibles complicaciones (infecciones renales o válvula cardiaca) y que el niño pierda horas de colegio.
Además, los dientes de leche guardan el espacio a los permanentes, por lo que, si los dientes definitivos erupcionan en una boca con dientes de leche cariados, van a tener mucha mayor probabilidad de enfermar.
En ese sentido, además de las visitas periódicas al dentista, desde el Consejo General de Dentistas se recomienda seguir, durante todo el año, y en cada etapa del niño una serie de consejos.
En primer lugar, antes de que erupcione el primer diente, se aconseja limpiar las encías del bebé con una gasa humedecida con agua. Alrededor de los 6-8 meses, es muy recomendable empezar a limpiar los dientes de leche con un cepillo pediátrico, poniendo una mínima cantidad de pasta dentífrica con 1.000 ppm de flúor (tamaño de un grano de arroz).
A partir de los 3 años, deben realizarse, al menos, dos cepillados al día con pasta fluorada (cantidad equivalente a un guisante), uno por la mañana y otro antes de irse a dormir. Hasta esta edad, el cepillado debe ser efectuado por los padres.
Entre los 4 años y los 6, el niño debe aprender a cepillarse bajo supervisión. Ya en la etapa de los 6 a los 12 años, se completa la dentición permanente, por lo que es muy importante reforzar la higiene dental. Se aconseja cepillar los dientes con pasta fluorada (tamaño de un garbanzo) después de las comidas o, como mínimo, por la mañana y por la noche, durante dos minutos. A partir de los 11-12 años es necesario completar el cepillado con la higiene interdental por la noche.
Asimismo, se recomienda renovar el cepillo de dientes cada 3 meses, puesto que va deteriorándose y desaparece su eficacia; llevar una dieta sana y equilibrada, reduciendo la ingesta de azúcar; y, si se realizan deportes de contacto, es aconsejable el uso de protectores para evitar fracturas dentales.