MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los niños mayores de cuatro años con sobrepeso tienen el doble de riesgo de tener presión arterial alta a los seis años, lo que aumenta el riesgo de futuros ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, según un estudio liderado por el doctor del Instituto de Salud Carlos III, Iñaki Galán, y que ha sido publicado en el 'European Journal of Preventive Cardiology'.
"El mito de que el exceso de peso en los niños no tiene consecuencias dificulta la prevención y el control de este problema de salud. Los padres deben ser más activos físicamente con los niños pequeños y proporcionar una dieta saludable. Las mujeres deben perder los kilos de más antes de quedarse embarazadas, evitar aumentar de peso durante el embarazo y dejar de fumar, ya que estos son factores de riesgo establecidos para la obesidad infantil", ha dicho el investigador.
Este estudio examinó la relación entre el exceso de peso y la presión arterial alta en 1.796 niños de cuatro años que fueron seguidos dos años más tarde. La presión arterial se midió en ambos puntos de tiempo, al igual que el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura.
En comparación con los niños que mantienen un peso saludable entre las edades de cuatro y seis años, aquellos con exceso de peso nuevo o persistente según el IMC tenían 2,49 y 2,54 mayores riesgos de presión arterial alta, respectivamente.
Asimismo, en aquellos con obesidad abdominal nueva o persistente, los riesgos de presión arterial alta fueron 2,81 y 3,42 mayores, respectivamente. Los niños que perdieron peso no tenían un mayor riesgo de hipertensión arterial.
"Hay una cadena de riesgo, por la cual el sobrepeso y la obesidad conducen a la presión arterial alta, lo que aumenta la posibilidad de una enfermedad cardiovascular si se le permite seguir hasta la edad adulta. Pero los resultados muestran que los niños que vuelven a un peso normal también recuperan una presión arterial saludable", ha dicho el doctor Galán.
Finalmente, los investigadores han comprobado que el sobrepeso en los niños se evalúa con mayor precisión utilizando tanto el IMC como la circunferencia de la cintura. De hecho, en el estudio, el uso de cualquiera de las dos medidas por sí solo habría perdido entre el 15 por ciento y el 20 por ciento de los casos.