La investigación podría ayudar a desarrollar nuevas terapias
MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Un proyecto dirigido por la psicóloga Paige Davis, una investigadora de la Universidad de Huddersfield (Reino Unido), ha confirmado que los niños diagnosticados con autismo pueden inventar y jugar con un amigo imaginario.
Los hallazgos, publicados en un artículo en la revista 'Journal of Autism and Developmental Disorders', se basan en 215 cuestionarios completados por aproximadamente el mismo número de padres de niños con desarrollo típico (TD) y de niños diagnosticados con trastorno del espectro autista (TEA).
La investigación ha comprobado que menos niños con TEA crean un amigo imaginario: el 16,2 por ciento en comparación con el 42 por ciento de los jóvenes con TD. Además, los niños con autismo comenzaron a jugar con sus amigos imaginarios a una edad significativamente mayor y fueron proporcionalmente más propensos a jugar con un objeto con formas humanas, como un muñeco de peluche o una muñeca.
"El descubrimiento de que los niños diagnosticados con TEA incluso crean espontáneamente tales amigos imaginarios refuta creencias existentes de que no imaginan de la misma manera que los niños con desarrollo típico", ha explicado la doctora Davis, quien detalla que este dato es relevante porque los amigos imaginarios son de naturaleza social, "y los niños con autismo tienen problemas con el desarrollo social y la comunicación".
Así, la psicóloga argumenta que si los niños con TEA muestran los mismos desarrollos sociales positivos que los jóvenes con TD, esto podría tener implicaciones para futuras intervenciones y conducir a nuevas terapias basadas en la imaginación.
Ahora, los investigadores se plantean realizar una investigación a mayor escala sobre los beneficios de los amigos imaginarios para los niños con desarrollo típico y si se aplica lo mismo a los autistas.