MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de niños de entre 6 y 8 años tiene desarrollado totalmente el tamaño del ojo, por lo que el uso de lentes de contacto no afecta a su salud ocular siempre y cuando se sigan unos sencillos hábitos higiénicos y se adquiera destreza para usarlas, tal y como ha informado el óptico-optometrista de la Óptica Ruiz Campos en Badajoz, Epifanio Ruiz.
Además, prosigue, si aprenden a utilizarlas correctamente, las lentes de contacto no tienen por qué suponer una dificultad. "Las lentillas en sí no entrañan peligro si se limpian bien y se tiene una buena higiene. Así se evita la posibilidad de coger infecciones", ha explicado el experto.
Del mismo modo, se ha demostrado que su uso entre los preadolescentes mejora su capacidad de asumir responsabilidades. De hecho, los estudios ha mostrado que el tiempo que dedican los usuarios de entre 8 y 17 años a usar y limpiar sus lentillas es parecido al de los adultos. Esto indica que ambos grupos de edad están en un nivel semejante en cuanto a capacitación de uso.
TIPOS DE LENTE DE CONTACTO
Existen dos tipos de lentes de contacto según la periodicidad de uso: las mensuales y las diarias. Las primeras se sustituyen y se desechan una vez al mes, y han de ser limpiadas con una solución desinfectante y depositadas en su estuche para evitar que acumulen proteínas, lípidos u otros microorganismos. Las diarias, por otra parte, son de un único uso, garantizando frescor y limpieza en cada par.
"Nosotros solemos empezar con lentillas de uso diario, sobre todo por lo relacionado con la limpieza y el menor riesgo de infección. Al estrenar lentes nuevas cada día, el riesgo de que el niño contraiga algún tipo de infección disminuye y nos aseguramos de que cada par de lentillas está limpio. A la hora de empezar a usar lentillas, yo recomendaría las diarias para que el niño vaya familiarizándose", ha comentado Ruiz.
Las lentillas de un solo uso simplifican las tareas de cuidado y limpieza y son muy adecuadas para combinarlas con las gafas, además de una buena opción en caso de rotura de éstas. Además, diversos autores recomiendan el uso de lentes diarias desechables frente a las mensuales entre la población preadolescente para evitar efectos adversos.
Dicho esto, el experto ha analizado que las lentillas corrigen el defecto visual de cada niño permitiéndoles una mayor visión periférica y evitando distorsiones laterales. Esto sucede porque la lente se mueve con el ojo, al contrario de lo que sucede con las gafas.
Las características de las lentillas pueden ser muy beneficiosas en la práctica deportiva y otras actividades que requieren movimientos, evitando el riesgo de rotura de las gafas. Y es que, los expertos han recordado que las gafas son un elemento potencialmente peligroso en el deporte tanto para el usuario que las lleva como para los oponentes.