MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
La anhedonia, una afección en la que las personas pierden interés y placer en las actividades de las que solían disfrutar, es un factor de riesgo y un síntoma de ciertos trastornos mentales y predice la gravedad de la enfermedad, la resistencia al tratamiento y el riesgo de suicidio. Aunque los científicos han tratado de comprender los mecanismos cerebrales que contribuyen a la anhedonia, las investigaciones sobre este trastorno se han centrado más en los adultos que en los niños.
Investigadores han identificado cambios en la conectividad cerebral y la actividad cerebral durante el descanso y la anticipación a la recompensa en niños con anhedonia. El estudio, realizado por científicos del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de la Salud estadounidenses, arroja luz sobre la función cerebral asociada con la anhedonia y ayuda a diferenciar la anhedonia de otros aspectos relacionados con la psicopatología.
Es importante destacar que los estudios anteriores a menudo no separaban la anhedonia de otras psicopatologías relacionadas, como el estado de ánimo bajo, la ansiedad o el trastorno por déficit de atención/hiperactividad.
"Comprender los mecanismos neuronales de la anhedonia que se distinguen de otras preocupaciones psiquiátricas es importante para que los médicos desarrollen tratamientos en la diana", dice el autor principal del estudio, Narun Pornpattananangkul, investigador postdoctoral en la División de Emoción y Desarrollo, parte de la División de Programas de Investigación Intramural del NIMH. "Sin embargo, desenmarañar las características compartidas de los mecanismos neuronales únicos de la anhedonia es un reto porque a menudo se produce conjuntamente con otras afecciones psiquiátricas", agrega.
Para obtener más información sobre los fundamentos neurológicos de la anhedonia en los niños, los investigadores de la División de Programas de Investigación Intramural del NIMH examinaron los datos de fMRI recopilados de más de 2.800 niños (de 9 a 10 años de edad) como parte del Estudio sobre el Desarrollo Cognitivo del Cerebro en adolescentes (ADHD, por sus siglas en inglés). En algunos de los niños incluidos en la muestra se les identificó anhedonia, bajo estado de ánimo, ansiedad o trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). Los datos de IRMf se recogieron mientras los niños descansaban y mientras completaban las tareas que evaluaban la anticipación de recompensa y la memoria de trabajo.
DIFERENCIAS EN LA FORMA EN QUE EL CEREBRO INTEGRA LA RECOMPENSA
El análisis de la conectividad cerebral en reposo reveló diferencias significativas en los niños con anhedonia en comparación con los niños sin anhedonia. Muchas de estas diferencias se relacionaron con la conectividad entre la red cingulo-opercular relacionada con la excitación y el área del estriado ventral relacionada con la recompensa. Estos hallazgos sugieren que los niños con anhedonia han alterado la integración de la recompensa y la excitación en comparación con los niños sin anhedonia.
Cuando los científicos examinaron la actividad cerebral durante las tareas, encontraron que los niños con anhedonia mostraron hipoactivación de las regiones cerebrales involucradas en la integración de la recompensa y la excitación durante la tarea de anticipación de la recompensa, pero no la tarea de la memoria de trabajo. Esta hipoactivación no se observó en niños con bajo estado de ánimo, ansiedad o TDAH. De hecho, los niños con TDAH mostraron el patrón opuesto: anormalidades en la activación cerebral durante la tarea de memoria de trabajo, pero no la tarea de anticipación de recompensa.
El estudio, cuyos hallazgos se publican en la revista 'JAMA Psychiatry', sugiere que los niños con anhedonia presentan diferencias en la forma en que su cerebro integra la recompensa y la excitación y en la manera en que su cerebro se activa al anticipar las recompensas.
"Encontramos alteraciones específicas de la anhedonia, de modo que los jóvenes con anhedonia, pero no los jóvenes con bajo estado de ánimo, ansiedad o TDAH, mostraron diferencias en la forma en que integraron la recompensa y la excitación y también mostraron una actividad disminuida en los contextos de anticipación de la recompensa --dice Pornpattananangkul--. Este hallazgo podría comenzar a proporcionar los objetivos neuronales específicos para tratar la anhedonia en los jóvenes".