MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, han demostrado que un cambio en los patrones climáticos, provocado por 'Godzilla', el fenómeno de 'El Niño' de 2015, alimentó el brote de Zika en Sudamérica, como se informa en un artículo sobre su trabajo publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Los hallazgos se revelan mediante el uso de un nuevo modelo epidemiológico que analizó cómo el clima afecta a la propagación del virus Zika por sus dos principales vectores, el mosquito de la fiebre amarilla ('Aedes aegypti') y el mosquito tigre asiático ('Aedes albopictus'). El modelo se puede utilizar para predecir el riesgo de brotes futuros y ayudar a los profesionales de salud pública a adaptar las medidas de control de mosquitos y los consejos cuando se viaja.
El modelo utilizó la distribución mundial de ambos vectores, así como factores dependientes de la temperatura, como tasas de picaduras de mosquitos, tasas de mortalidad y tasas de desarrollo viral dentro de los mosquitos, para predecir el efecto del clima en la transmisión del virus. Así, halló que en 2015, cuando ocurrió el brote de Zika, el riesgo de transmisión fue mayor en América del Sur.
Los investigadores creen que esto fue probablemente debido a una combinación de 'El Niño' --un fenómeno natural que provoca temperaturas por encima de lo normal en el Océano Pacífico y condiciones meteorológicas extremas en todo el mundo-- y el cambio climático, creando condiciones propicias para los mosquitos vectores.
'El Niño' ocurre cada entre tres y siete años con intensidad variable, con 'El Niño' 2015, apodado 'Godzilla' por ser uno de los más fuertes registrados. Los efectos pueden incluir sequía severa, fuertes lluvias y subidas de temperatura a escala global. El director del estudio, el doctor Cyril Caminade, investigador de población y epidemiología, dice: "Se cree que el virus Zika probablemente llegó a Brasil desde el sudeste de Asia o las islas del Pacífico en 2013.
LAS CONDICIONES DE TEMPERATURA, CLAVE PARA ACTIVAR EL BROTE
"Sin embargo, nuestro modelo sugiere que fueron las condiciones de temperatura relacionadas con 'El Niño' de 2015 jugaron un papel clave en activar el brote, casi dos años después de cuando se creyó que el virus se introdujo en el continente. Además de 'El Niño', otros factores críticos pudieron haber desempeñado un papel en la amplificación del brote, como población sudamericana no expuesta, el riesgo que representan los viajes y el comercio, la virulencia de la cepa del virus Zika y coinfecciones con otros virus como el dengue", añade.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró recientemente que el virus Zika, que se ha relacionado con defectos congénitos y complicaciones neurológicas, ya no sea tratada como una emergencia internacional, sino como un "importante reto para la salud pública".
El profesor Matthew Baylis, del Instituto de Infecciones y Salud Global de la Universidad, agrega: "Zika no se va y el desarrollo de herramientas que puedan ayudar a predecir futuros brotes y su propagación es extremadamente importante. Nuestro modelo predice un potencial riesgo de transmisión estacional del virus Zika en el sureste de Estados Unidos, el sur de China y, en menor medida, en el sur de Europa durante el verano".
Los investigadores ahora planean adaptar el modelo a otros importantes flavivirus, como el chikungunya y la fiebre del dengue, con el objetivo de desarrollar sistemas de alerta temprana de enfermedades que podrían ayudar a los funcionarios de salud pública a prepararse para, o incluso prevenir, futuros brotes.
La investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR, por sus siglas en inglés) y Unidad de Investigación para la Protección de la Salud (HPRU, por sus siglas en inglés) en Infecciones Emergentes y Zoonosis, una colaboración entre la Universidad de Liverpool, Escuela de Medicina Tropical de Liverpool y Salud Pública de Inglaterra.