MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -
El neumólogo del Hospital HM Rosaleda de Galicia, Andrés Vilas, ha recordado la relación directa entre tabaco y dos graves patologías cada vez más extendidas: la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón, el segundo más común y que representa el 25% de todos los fallecimientos por causas tumorales.
En este sentido, el especialista de HM Hospitales ha advertido de que los efectos del tabaco, salvo en individuos con patologías respiratorias de base, se aprecian "por norma general", varias décadas después de iniciarse el consumo. "Los enfermos de cáncer de pulmón de hoy son, en su mayor parte, los que han empezado a fumar hace veinticinco o cincuenta años y este es uno de los principales problemas para evitar el consumo entre la juventud", ha dicho.
En la población más joven existen dos problemas, que su percepción del riesgo es menor y que los efectos inmediatos perceptibles son casi nulos y no se advierten hasta mucho después, en ocasiones cuando ya son irreversibles o muy graves.
"Esto dificulta la prevención del tabaquismo a estas edades, aun cuando las consecuencias nocivas son conocidas a grandes rasgos por toda la sociedad. El fumador que lo sigue siendo no es por desconocimiento", ha asevera el neumólogo de HM Rosaleda.
Asimismo, el doctor ha advertido de que el hábito tabáquico ejerce como agravante en diversas patologías como el asma, puede estar implicado en la génesis de algún tipo de fibrosis pulmonar y favorece la aparición de neumonías bacterianas. "Incluso es un factor de riesgo implicado en el desarrollo de complicaciones graves de COVID-19, lo que ha estimulado a más fumadores a dejar el hábito", ha comentado.
Dentro de la estrategia para abordar los problemas derivados del tabaquismo HM Hospitales ha instaurado en su red asistencial de Madrid un novedoso programa de detección precoz de cáncer de pulmón dirigido a pacientes asintomáticos con factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad, con el objetivo de identificar aquellos con este proceso oncológico en un estadio inicial.
Una iniciativa que ya lleva centenares de casos realizados y que progresivamente se irá implantando en el resto de territorios donde está presente el grupo hospitalario. Este programa se fundamenta en dos herramientas principales, una revisión anual mediante TAC de baja dosis y seguimiento médico, y está orientado a pacientes con criterios de alto riesgo para desarrollar la enfermedad, que abarca a aquellas personas de más de 50 años que tengan un consumo acumulado de tabaco de más de 20 paquetes por año.
BENEFICIOS DESDE EL PRIMER DÍA
Los antiguos fumadores confirman que los beneficios de desterrar el tabaco de sus vidas se notan al momento. De hecho, el experto ha explicado que el monóxido de carbono va desapareciendo de nuestro cuerpo desde el primer día por lo que los efectos comienzan a revertirse desde el principio.
"Mejora mucho la percepción del gusto y del olfato y en los primeros meses sin tabaco los síntomas respiratorios se atenúan o desaparecen y se va recuperando la función pulmonar que se hubiera perdido", ha argumentado.
A más largo plazo, prosigue, el riesgo de un ataque cardíaco disminuye a la mitad al año de haber abandonado el tabaco y se iguala con el de un no fumador a los 15 años de abstinencia. Algo similar ocurre con el cáncer de pulmón, dado que la experiencia clínica atestigua que las probabilidades de padecerlo se reducen hasta el 50 por ciento a los 10*años, incrementándose dicho porcentaje conforme transcurre el tiempo.
Sobre los tratamientos para dejar de fumar, Vilas ha dicho que la base fundamental "no es ningún fármaco, sino el firme convencimiento por parte del paciente". No obstante, la medicación puede ayudar a controlar la ansiedad y el síndrome de abstinencia, por lo que acudir a profesionales sanitarios permite afrontar este reto con mayores garantías.
Pese a las medidas coercitivas y legislativas aplicadas, el neumólogo del Hospital HM Rosaleda considera que la educación es la más importante y efectiva de todas de cara a la prevención. "Si conseguimos que nuestros adolescentes y jóvenes no se inicien en el tabaco, a edades más tardías es mucho más difícil que lo hagan", ha zanjado el especialista de HM Hospitales.