MADRID 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
Según el psiquiatra de Avances Médicos, Claudio Maruottolo, "la Navidad se convierte en un periodo en el que aumentan las probabilidades de conflictos familiares", por lo que recomienda "postergar las rencillas familiares y no permitir que salgan a flote en las cenas y comidas".
"El anfitrión debe ser quien maneje un poco el estado anímico de los demás, después de haberse preparado él mismo a conciencia. Además, contrariamente a lo que se piensa, no existen temas conflictivos de los que no se pueda hablar (política, religión, fútbol), simplemente hay que evitar que aquello de lo que se hable esté empeñado de malestar", explica Maruottolo.
El fin de año es una época de cierre, de balance, por lo que, según el experto, "hay que intentar entender en qué situación llega cada persona a estas fechas tan señaladas y ponerse un poco en su lugar. No podemos ser auténticos desconocidos emocionales".
En este sentido, "el alcohol es un elemento con el que hay que tener mucho cuidado en este tipo de reuniones puesto que deprime el funcionamiento físico y disminuye la capacidad de manejar las situaciones, además, incluso debido a la desinhibición que provoca, puede desembocar en situaciones de violencia", afirma el psiquiatra.
Respecto a los pacientes con patologías mentales, "se debe reconocer las dificultades y problemas que tienen las personas. Esto implica valorar si esta persona está en condiciones de afrontar un evento de estas características, no presionarle, y no exigirle más allá de su propia capacidad. La familia debe ser comprensiva", concluye Maruottolo.