PAMPLONA 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El psiquiatra de la Clínica Universidad de Navarra Fernando Sarráis ha expuesto en el libro 'Aprendiendo a vivir: el descanso' varias claves para combatir el estrés crónico, fuente de trastornos físicos y psíquicos. Así, la obra repasa varios métodos para mejorar la calidad de vida.
En su publicación, según ha informado el centro universitario en una nota, el psiquiatra recomienda equilibrar cansancio y descanso para evitar patologías físicas y psíquicas como la astenia crónica, la fibromialgia, los dolores crónicos, la angustia y la depresión.
Sarráis ha participado en la presentación de la colección de libros interdisciplinares 'Persona y Cultura', a la que pertenece su obra, un acto en el que ha afirmado que "con la práctica se consigue incorporar esta armonía a la vida ordinaria hasta hacerla automática, como ocurre con otros muchos hábitos".
En el acto también intervinieron los príncipes de Panagyuristhe Kubrat de Sajonia y Coburgo y su mujer Carla Royo-Villanova; Covadonga O'Shea, Presidenta de ISEM; y Tomás Trigo, profesor de la Universidad de Navarra y codirector de la colección.
El autor del libro asegura que el descanso "depende de la realización de algunas actividades que promueven emociones positivas y neutralizan las negativas".
Entre ellas, propone el ejercicio físico; el disfrute de los sentidos, especialmente visuales (televisión, cine, fotografía, o Internet); el disfrute de imágenes bellas, olores agradables, temperaturas acogedoras, silencio o sonidos tranquilizadores; la música; el cine; la lectura; los juegos; las excursiones y viajes; y la contemplación de cosas buenas y bellas, como un paisaje, niños jugando, o el mar.
Asimismo, aboga por disfrutar de la familia y los amigos; tener aficiones como la caza y la pesca; fomentar la risa y el buen humor; las manualidades y los arreglos; la jardinería y la horticultura; las mascotas y animales de compañía; y la oración y actividades religiosas.
Según el doctor, "hay que aprender a desconectar, que significa dejar transitoriamente de pensar, recordar, imaginar y sentir la responsabilidad por las tareas que se realicen".
Además, ha destacado que esto puede hacerse en un nivel superficial o de una manera más profunda, lo que implica un cambio de mentalidad. En este sentido, apuesta por "no sentirse el único responsable de la tarea (compartir el peso y delegar), aceptar con buen humor el fracaso en ese trabajo, no hacer depender el valor o el prestigio personal de la realización perfecta de las tareas, y desprenderse emocionalmente de la opinión que puedan formarse los demás cuando juzguen cómo desempeñamos nuestros trabajos".