¿Nacemos adictos o nos hacemos? La genética y el entorno tienen la respuesta

Archivo - Adicciones: tabaco, alcohol, pastillas.
Archivo - Adicciones: tabaco, alcohol, pastillas. - KATARZYNABIALASIEWICZ/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 1 septiembre 2025 8:32

   MADRID, 1 Sep. (EDIZIONES) -

   ¿Por qué unas personas se enganchan más fácilmente a las drogas que otras? La respuesta está en el delicado equilibrio entre genética, entorno, y cerebro. Desde el papel de la adolescencia como etapa crítica hasta la razón por la que tabaco y alcohol matan más que todas las drogas ilegales juntas, los últimos avances científicos ayudan a desmontar mitos y a entender qué nos hace vulnerables a la adicción, y cómo podemos prevenirla de manera efectiva.

    En Europa Press Salud Infosalus entrevistamos a la doctora en Neurociencia del Comportamiento y profesora de Psicología en la Universidad Bucknell en Pensilvania (Estados Unidos), Judith Grisel, exconsumidora diaria de drogas en su juventud, y que quiso estudiar el cerebro en busca de una solución para su adicción.

   Esta labor investigadora de más de dos décadas, que publica en ‘Insaciable’ (Yonki Books), está respaldada por los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, y se dirige a descubrir qué puede haber en el cerebro que predispone a las personas a la adicción.

EL PAPEL DE LO QUE HEREDAMOS

   Afirma esta especialista que la adicción está causada por la confluencia de factores genéticos y ambientales: “Aproximadamente la mitad del riesgo se explica por nuestra carga genética, ya sean genes o factores epigenéticos con los que nacemos. La otra mitad proviene de nuestro entorno: el acceso a las drogas, el estrés y, sobre todo, la exposición durante el desarrollo. En particular, el consumo en la adolescencia, cuando el cerebro es especialmente maleable, constituye un factor de riesgo importante”.

   En concreto, explica Grisel que nuestros genes influyen en nuestra sensibilidad inicial a las drogas de abuso, así como en el equilibrio entre los efectos positivos y negativos de la sustancia (por ejemplo, euforia frente a náuseas, ansiedad, o paranoia).

   “Los factores biológicos también determinan cómo nos adaptamos a la administración repetida de una droga, y qué probabilidad tenemos de reducir o de dejar el consumo. Sin embargo, las tasas de adicción están aumentando en España y en el mundo, y esto se debe a cambios en nuestro entorno: mayor acceso a drogas de alta potencia, y un incremento de la ‘angustia’, o necesidad de lidiar con condiciones estresantes”, remarca esta neurocientífica norteamericana.

CÓMO ACTÚAN LAS SUSTANCIAS ADICTIVAS EN NUESTRO CEREBRO

   Así, sostiene que todas las sustancias adictivas comparten un mismo sustrato neurobiológico, de forma que activan la vía dopaminérgica mesolímbica para producir una sensación de valor o significado. “Pero cada una tiene también sustratos únicos. Por eso, todas son adictivas, pero producen efectos distintos: algunas generan calma, otras excitación”, apostilla.

   En este sentido, le preguntamos a Grisel por la peor sustancia, por la más adictiva y peligrosa para nuestra salud, apuntando a la nicotina del tabaco y al alcohol, dado que, según argumenta, juntos matan a muchas más personas que todas las demás drogas combinadas.

   Por otro lado, habla también de los psicoestimulantes como la metanfetamina y la catinona porque “son probablemente los más neurotóxicos”, tal y como advierte, si bien remarca que “los opioides y el cannabis no dañan tanto el cerebro, sí que afectan negativamente a nuestras vidas porque comprometen el bienestar psicosocial”.

¿UNA PASTILLA PODRÍA SOLUCIONAR LA ADICCIÓN?

   Con todo ello, la autora de ‘Insaciable’ se muestra con pocas esperanzas de que una pastilla pueda ser la solución a las adicciones, aunque sí reconoce que los agonistas de GLP-1 están mostrando resultados prometedores: “En general, reducen el hambre (que en realidad se encuentra en nuestro cerebro, no en el estómago), de modo que los impulsos son menos urgentes, y la moderación resulta más posible”.

   Es por esto por lo que le preguntamos por la ‘fórmula mágica’ de prevenir la adicción en nuestra sociedad, considerando Judith Grisel que en cierto modo si hay adicciones es porque nacen de la falta de alternativas mejores para llevar una vida significativa.

   “Las drogas resultan atractivas porque el trabajo de convertirnos en quienes somos y construir vínculos sólidos con nuestra comunidad es arduo. Al disfrazarse de ‘significado’, las drogas nos hacen sentir que hemos encontrado un atajo hacia la satisfacción. Por eso, ofrecer más oportunidades y apoyo para un trabajo abierto y desafiante, conexiones honestas entre nosotros, y con la naturaleza, reducirá el atractivo de las drogas; y, en última instancia, nos conducirá a vidas mucho más plenas”, concluye esta neurocientífica.

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