Músicos, trabajadores de la construcción, pilotos y dentistas, profesionales con mayor riesgo de pérdida auditiva

Actualizado: miércoles, 5 mayo 2010 14:55

MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -

Músicos, empleados de bares y discotecas, trabajadores de la industria pesada, textil y construcción, transportistas y conductores, pilotos, asistentes de vuelo, empleados de tierra y dentistas son los profesionales que tienen un mayor riesgo de sufrir una pérdida auditiva a corto plazo, según han explicado este miércoles desde Oi2 centros auditivos.

Estas profesiones se desenvuelven en entornos que superan el límite de ruido, estimado en 85 decibelios (dB) llegando a alcanzar en determinados momentos hasta los 140 dB. Según han señalado los expertos, estar expuesto a sonidos que superen los 80-85 dB "puede dañar el sistema auditivo de forma irreversible, además de ocasionar otras dolencias asociadas como estrés, migrañas, falta de concentración, insomnio, disminución del rendimiento e incluso problemas vasculares y respiratorios".

Por profesiones, desde Oi2 han indicado que los músicos, empleados de bares y discotecas, llegan a soportar, en una discoteca por ejemplo, niveles de más de 115 dB, así como en un concierto en directo se llega a niveles que giran en torno a los 140 dB.

En el mundo del deporte, especialmente en motociclismo, automovilismo, parapente, ala delta o puenting conllevan riesgos añadidos para el oído debido al cambio de presión, las corrientes de aire y el ruido del motor, en cada caso. Por ejemplo, en una motocicleta se alcanzan los 100 dB mientras que en un coche de carreras se superan los 120 dB, pudiendo ocasionar tinnitus -- zumbidos o pitidos provocados por la exposición a ruidos traumáticos-- y otras dolencias en el oído a corto plazo.

Los profesionales de la industria metalúrgica, siderúrgica y textil se exponen diariamente a ruidos que alcanzan un volumen muy elevado como es el caso de tornos y fresadoras, que superan los 85 dB, y martillos neumáticos, laminadoras y forjadoras, que puede alcanzar los 110 dB.

Asimismo, camioneros, mensajeros, conductores de ambulancias, maquinistas o policías tienen un mayor riesgo como consecuencia del sonido procedente del motor, el tráfico o las sirenas. Además, el humo o las corrientes de aire, también merman la capacidad auditiva sin apenas percibirlo. En este sentido, un conductor de tren soporta ruidos de unos 80 dB, el sonido del motor de un camión en marcha alcanza los 90 dB y la sirena de la ambulancia llega a los 100 dB.

En el ámbito de los pilotos, asistentes de vuelo y empleados de tierra, el ruido constante de los motores y del despegue y aterrizaje de los aviones son algunos de los sonidos a los que se someten diariamente los empleados de aeropuertos y compañías de vuelo, superando en ocasiones los 100 dB.

Por último, en ocasiones, los ruidos generados en la consulta de un dentista como consecuencia del uso del taladro y otros utensilios, pueden alcanzar los 100 dB, pudiendo ocasionar problemas auditivos irreparables.

Con la finalidad de evitar todo este tipo de dolencias, es recomendable el uso de protectores fabricados a medida con materiales especiales, que permiten atenuar los ruidos intensos, sin impedir seguir disfrutando del sonido de forma nítida y sin distorsiones.

Además, es igualmente aconsejable acudir al especialista cada año para revisar la audición, del mismo modo que se suele hacer en el caso de otros sentidos como la vista. Y es que, según un estudio realizado por Oi2, sólo 1 de cada 4 españoles ha acudido a un especialista para revisar su oído, mientras que 4 de cada 5 acude al oftalmólogo anualmente.