MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con una buena forma física a mediana edad presentaban casi un 90 por ciento menos de probabilidades de desarrollar demencia décadas más tarde, en comparación con las mujeres moderadamente atléticas, según un estudio publicado este miércoles en la edición digital de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
El estudio midió la aptitud cardiovascular de las mujeres en base a una prueba de ejercicio. Cuando las mujeres en buena forma desarrollaron demencia, desarrollaron la enfermedad un promedio de 11 años más tarde que las mujeres con una condición física moderada, o a los 90 años en lugar de los 79 años.
"Estos hallazgos son emocionantes porque es posible que la mejora de la capacidad cardiovascular de las personas en la mediana edad pueda retrasar o incluso evitar que desarrollen demencia", afirma la autora del estudio Helena Hörder, de la Universidad de Gotemburgo en Gotemburgo, Suecia.
"Sin embargo, este estudio no muestra la causa y el efecto entre la aptitud cardiovascular y la demencia, solo muestra una asociación. Se necesita más investigación para ver si una mejor condición física podría tener un efecto positivo sobre el riesgo de demencia y también para observar en qué momento de la vida es más importante tener un nivel de físico alto".
Para el estudio, 191 mujeres con una edad promedio de 50 años realizaron una prueba de ejercicio en bicicleta hasta que se agotaron para medir su capacidad cardiovascular máxima. La carga de trabajo pico promedio se midió a 103 vatios. Un total de 40 mujeres cumplieron con los criterios para un alto nivel de condición física, o 120 vatios o más.
PROCESOS CARDIOVASCULARES NEGATIVOS POSIBLEMENTE LIGADOS A LA DEMENCIA
Un total de 92 mujeres se encontraban en la categoría de aptitud física media; y 59 mujeres estaban en la categoría de baja actividad física, definida como una carga de trabajo pico de 80 vatios o menos, o que se les haya tenido que suspender las pruebas de ejercicio debido a la presión arterial alta, dolor en el pecho u otros problemas cardiovasculares.
En los siguientes 44 años, las mujeres se sometieron a pruebas de demencia seis veces. Durante ese tiempo, 44% de las mujeres desarrollaron demencia. El 5 por ciento de las mujeres en muy buena forma desarrollaron demencia, en comparación con el 25 por ciento de las mujeres con una condición física moderada y el 32 por ciento de las mujeres con baja capacidad física. Las mujeres muy en forma tenían un 88 por ciento menos de probabilidades de desarrollar demencia que las mujeres moderadamente en forma.
Entre las mujeres que tuvieron que suspender la prueba de ejercicio debido a problemas, el 45 por ciento desarrolló demencia décadas más tarde. "Esto indica que pueden estar ocurriendo procesos cardiovasculares negativos en la mediana edad que podrían aumentar el riesgo de demencia mucho más adelante en la vida", plantea Hörder.
Las limitaciones del estudio incluyen el número relativamente pequeño de mujeres involucradas, todas procedentes de Suecia, por lo que los resultados pueden no ser aplicables a otras poblaciones, apunta Hörder. Además, el nivel de condición física de las mujeres se midió solo una vez, por lo que no se captaron los cambios en la condición física a lo largo del tiempo.