MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres de hasta 39 años que utilizan sus óvulos congelados en fecundación 'in vitro' obtienen los mismos resultados reproductivos que las que usan ovocitos frescos, según una investigación del Grupo Eugin presentada en el 39 Congreso Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) que se está celebrando en Copenhague, Dinamarca.
El estudio ha analizado la efectividad de la vitrificación ovocitaria en mujeres mayores de 35 años. Para ello, ha comparado los resultados de una muestra de 1.268 mujeres que se sometieron a fecundación 'in vitro', con ovocitos frescos u ovocitos que habían vitrificado años antes, concluyendo que utilizar óvulos vitrificados en estos tratamientos no comprometió las tasas de embarazo ni de nacimientos hasta los 39 años.
No obstante, los investigadores detectaron una disminución significativa de la tasa de nacido vivo si la vitrificación se había producido con 40 años o más.
"Estos resultados son tranquilizadores para las mujeres que se someten a preservación de la fertilidad a edades más avanzadas. No obstante, el éxito de este tratamiento disminuye si la congelación de óvulos se ha producido con 40 años o más", ha indicado el doctor Marc Torra-Massana, investigador principal de esta investigación, realizado en colaboración con CIRH.
La técnica de la vitrificación ovocitaria se utiliza para preservar la fertilidad de la mujer, es decir, se congelan sus óvulos para que cuando en el futuro la mujer los utilice, tenga la misma probabilidad de embarazo que en el momento en que los vitrificó. Por ejemplo, una mujer podría vitrificar sus óvulos con 29 años y utilizarlos con 38, conservando la probabilidad de embarazo del momento de la vitrificación.
El procedimiento está enfocado a mujeres menores de 35 años porque, a partir de esa edad, la calidad ovocitaria disminuye. Desde el punto de vista médico, se recomienda vitrificar óvulos alrededor de los 30 años, sin embargo, cada vez es más habitual hacerlo por encima de ese umbral. De hecho, según datos de Eugin, actualmente las mujeres preservan su fertilidad de media con 36 años.
Por otra parte, el embriólogo del Grupo Eugin Andreu Quintana Vehí ha presentado los hallazgos de una investigación en la que se han analizado más de 10.500 embriones de 1.400 parejas que se sometieron a tratamientos de fecundación 'in vitro' utilizando óvulos de donante para establecer el efecto del Índice de Masa Corporal (IMC) paterno en el desarrollo del embrión.
Los resultados indican que los embriones generados utilizando espermatozoides de hombres con un IMC superior a 25 (obesos según la Organización Mundial de la Salud) tardan más tiempo en someterse a las divisiones iniciales, pero posteriormente se desarrollan de manera normal.
A pesar de estas diferencias observadas durante el desarrollo temprano, no parece haber ningún efecto en los resultados reproductivos. Por lo tanto, los hombres con un IMC más alto (tanto pre-obesos como obesos) que se someten a tratamientos de fecundación 'in vitro' utilizando óvulos de donantes tienen las mismas posibilidades de éxito que aquellos con un IMC normal, contrariamente a lo que ocurre con las mujeres.
En el caso femenino, contar con un IMC por encima o por debajo del rango saludable sí que es un factor que compromete el éxito reproductivo y, por tanto, debe ser revisado antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida.