SANTANDER 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los estudios realizados tras la muerte de una mujer el pasado mes de enero en Valdecilla han permitido confirmar que la paciente tenía la variante de encefalopatía espongiforme de Creutfeld-Jakob, según informó hoy la Consejería de Sanidad del Gobierno cántabro en un comunicado.
Este caso confirmado ahora se inició en noviembre de 2007, cuando apareció una paciente con síntomas propios de esta enfermedad, cuyo diagnóstico sólo se puede confirmar tras el fallecimiento. Precisamente ahora, tras la muerte de la mujer el pasado mes de enero, se conoce la confirmación, al haber efectuado las correspondientes pruebas histológicas y de laboratorio.
Los estudios y análisis de las muestras han permitido evidenciar la presencia de lesiones histológicas características de encefalopatía espongiforme y la presencia de proteína priónica 2B en dos laboratorios independientes, lo que confirma el diagnóstico.
Se trata del quinto caso de la variante de la enfermedad que se registra en España desde que en 2005 se confirmase el primero. Los anteriores corresponden a tres casos en León y uno en Madrid.
Tal como establece el protocolo de actuación para la vigilancia epidemiológica de las encefalopatías espongiformes trasmisibles humanas en España, la administración cántabra ha notificado ya la confirmación del caso al Registro Nacional de Epidemiología (Instituto Carlos III) que actúa como Centro de Referencia en España de la Red de Vigilancia de EETH de la Unión Europea.
Desde el momento en que se estableció la sospecha de este caso, los responsables de la coordinación clínica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y epidemiológico de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Cantabria para las encefalopatías humanas han mantenido un permanente contacto entre sí y con el Centro Nacional de Referencia para el seguimiento de la evolución y proceso diagnóstico.
SEGURIDAD
La Consejería de Sanidad recordó hoy a la población de Cantabria que la aparición de casos aislados de la enfermedad entra dentro de las previsiones que desde hace más de ocho años se han estimado en España y toda Europa.
En 2001 se pusieron en marcha en Cantabria y el resto de España las medidas de control veterinario sistemático implantadas en relación con la Encefalopatía Espongiforme Bovina para impedir el consumo humano de carne procedente de animales que no hubieran confirmado la negatividad de las pruebas de la enfermedad.
"Estas medidas de prevención y control garantizan que toda la carne que se consume en nuestro país y en nuestra comunidad autónoma reúne todos los requisitos de seguridad", concluye la Consejería.