MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cada vez mueren menos personas por enfermedades cardiovasculares en Estados Unidos pero los condados rurales, las etnias y las comunidades más pobres siguen presentando tasas más elevadas de enfermedades y muertes cardiovasculares, según revela un nuevo estudio de la Universidad de Georgia (Estados Unidos).
El estudio ha sido publicado en el 'Journal of the American Heart Association' y muestra que las muertes por enfermedades del corazón disminuyeron consistentemente a nivel de condado desde 2009 hasta 2018.
"Aunque las tasas de enfermedades cardiovasculares están disminuyendo, las brechas entre la salud rural y urbana y los condados con más residentes negros no", asegura Heejung Son, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en el Colegio de Salud Pública
Los investigadores concluyen que entre los factores de riesgo de cardiopatías están la inseguridad alimentaria, los bajos ingresos y la inestabilidad de la vivienda ya que las muertes por cardiopatías fueron significativamente menores en los condados con mayores niveles de ingresos familiares y en las zonas donde más personas tenían cobertura médica.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores se han basado en datos de la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Sanitaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU que abarcan más de 3.100 condados de todo el país.
El objetivo es conocer la relación entre factores comunitarios como la demografía o la situación socioeconómica de las comunidades, el acceso a una atención sanitaria de calidad y los problemas de salud emergentes como las enfermedades cardiovasculares o la obesidad.
Investigaciones anteriores han demostrado que el estrés crónico causado por los bajos salarios puede crear inflamación en el organismo que conduce a la enfermedad, lo que podría explicar la conexión entre el bajo nivel socioeconómico y las tasas más elevadas de muerte por enfermedad cardiovascular, señalan los investigadores.
"Los factores sociales, como los que afectan a nuestros ingresos, las condiciones de vivienda y el transporte, pueden no tener en cuenta que también afectan a nuestra salud", afirma Zhuo Adam Chen, coautor del estudio y profesor asociado de Política y Gestión Sanitaria.