MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una disminución brusca y repentina de la visión, aunque sea parcial, la aparición de síntomas como manchas, visión de moscas, visión doble o distorsionada, la pérdida completa de la visión, un traumatismo y dolor ocular son los principales motivos para acudir a Urgencias oftalmológicas, según ha informado la oftalmóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, Amparo Carrero.
Ahora bien, prosigue, otra sintomatología como enrojecimiento del ojo, sensación de picor o de tener arenilla en el ojo (conjuntivitis) y el síndrome de ojo seco no requieren atención inmediata, aunque es recomendable la visita a un especialista.
En los casos de Urgencia Oftalmológica es prioritario acudir cuando antes a la consulta del oftalmólogo. Y es que, una atención temprana previene otras complicaciones que pueden derivar incluso en la pérdida de la visión.
Además, la experta ha avisado de que una disminución brusca de la visión, tanto parcial como total, y que en muchas ocasiones es indolora, puede indicar un problema relacionado con la retina: desprendimiento o insuficiencia circulatoria, que puede alertar de otras patologías subyacentes como patología vascular o riesgo de infarto cerebral.
TRAUMATISMOS
En el caso de los traumatismos, la gravedad dependerá de si la lesión que se ha producido es perforante o no. Las lesiones lacerantes, o no perforantes, aunque son dolorosas no tienen porque implicar gravedad aunque es recomendable acudir al especialista.
Suelen producirse en la superficie de la córnea (erosión) por contacto con una hoja de papel, un arañazo, etc pero dependiendo del espesor de la córnea afectada puede dejar cicatriz e implicar una pérdida de la visión. En el caso de las perforaciones, que se suelen producir con objetos punzantes es urgente acudir a la consulta del oftalmólogo, puesto que el tratamiento en estos casos es quirúrgico.
Otras lesiones que pueden afectar a la córnea son el impacto de cuerpos extraños o quemaduras producidas por diferentes causas. Los casos de partículas que se han quedado clavadas en la córnea, la conjuntiva o bajos los párpados, tienen fácil solución en la consulta del oftalmólogo. En el caso de las quemaduras, las más graves son las producidas por productos químicos porque pueden producir cicatrices corneales.
"Si, por ejemplo, nos salta algún producto de limpieza al ojo es recomendable lavarlo inmediatamente con abundante suero fisiológico, antes de acudir a urgencias", ha señalado la experta, para comentar que otras quemaduras como las producidas por una exposición solar prolongada (queratitis) sin usar las gafas adecuadas, tanto en la playa como en la nieve, son menos graves pero requieren tratamiento.
Finalmente, el dolor ocular es otro de los síntomas que deben poner al paciente en alerta. El glaucoma agudo de ángulo estrecho suele presentarse con una sintomatología característica: un dolor intenso, acompañado, o no, de ojo muy rojo, náuseas y vómitos. El tratamiento precoz es fundamental para evitar afectación del nervio óptico de manera irreversible.