MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los mosquitos que transportan un mayor número de parásitos causantes de la malaria pueden ser más propensos a provocar infección en las personas a las que pican, según concluye un estudio publicado en 'PLOS Pathogens'. Han pasado más de 100 años desde que los científicos descubrieron por primera vez que los mosquitos infecciosos inyectan parásitos causantes de la malaria cuando muerden a las personas para consumir sangre, pero hasta ahora se desconocía si la inyección de más parásitos con cada picadura eleva las posibilidades de infección de una persona o si todas las picaduras infecciosas son igualmente peligrosas.
En la nueva investigación, Thomas Churcher, del 'Imperial College London', en Reino Unido, y sus colegas usaron nuevos métodos estadísticos para investigar si el número de parásitos detectados en las glándulas salivales de los mosquitos portadores de la malaria afecta a la transmisión de la enfermedad. Analizaron datos de voluntarios que fueron expuestos a mosquitos infecciosos bajo protocolos establecidos para la infección segura y controlada de la malaria humana.
La disección de los mosquitos que habían picado a los voluntarios reveló que la infección era significativamente más probable --y se produjo antes-- después de las mordeduras de mosquitos con más de 1.000 parásitos individuales en sus glándulas salivales. Esto sugiere que los mosquitos capaces de inyectar más parásitos en sus huéspedes son más infecciosos.
EL HALLAZGO PODRÍA ACELERAR EL DESARROLLO FARMACOLÓGICO
Se obtuvieron resultados similares cuando los científicos expusieron a ratones a los mosquitos portadores de malaria. El análisis sugiere que cada parásito adicional inyectado por una picadura de mosquito incrementó las posibilidades de transmisión de la malaria.
La investigación del paludismo se basa típicamente en la premisa de que todos los mosquitos infecciosos son igualmente peligrosos, pero esta investigación sugiere lo contrario. Los resultados también podrían ayudar a acelerar el desarrollo de medicamentos y aportar información sobre el uso de fármacos y vacunas contra la malaria.
No obstante, se necesitan más investigaciones para determinar si estos hallazgos se aplican a mosquitos silvestres fuera de los laboratorios controlados y si se aplican a personas con antecedentes de infección por paludismo, que pueden tener cierto grado de inmunidad. "Si estos resultados se confirman en la naturaleza, entonces podrían cambiar la forma en que observamos la transmisión de la malaria, en particular cuando las áreas se acercan a la eliminación local --explican los autores--. Será epidemiológicamente importante saber cómo de infectado está un mosquito".