Las mosquiteras con pesticidas siguen protegiendo contra la malaria

Mosquitos contra la malaria
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Actualizado: lunes, 28 noviembre 2016 7:13

    MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Las mosquiteras para la cama tratadas con un insecticida químico seguro todavía proporcionan una protección significativa contra los mosquitos portadores de la malaria, a pesar del aumento de la resistencia a los insecticidas, según concluye un importante estudio publicado este miércoles en la reunión anual de la Sociedad Americana de la Salud Tropical Medicina e Higiene (ASTMH, por sus siglas en inglés).

   La investigación quinquenal de cinco países, coordinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el apoyo financiero de la Fundación Bill y Melinda Gates, evaluó el impacto de la resistencia a los insecticidas en herramientas esenciales de control contra los mosquitos portadores de la malaria-- principalmente redes con insecticidas de larga duración (LLINs), que han desempeñado un papel central reducir los casos de malaria y muertes en todo el mundo desde el año 2000.

   Los investigadores descubrieron que las personas que dormían bajo LLIN en 340 localidades de cinco países -Benin, Camerún, India, Kenia y Sudán-- tenían índices significativamente más bajos de infección por paludismo que aquellas que no usaban una red de este tipo, a pesar de que los mosquitos mostraron resistencia a los insecticidas en todos los lugares.

   "El hallazgo clave de este estudio es que las redes tratadas siguen siendo una herramienta muy eficaz en la lucha contra el paludismo", afirma el doctor Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS. "El estudio respalda el llamamiento continuo de la OMS para lograr la cobertura universal con LLINs para todas las poblaciones en riesgo de malaria", añade.

   En los últimos años, las LLINs han sido la piedra angular de los esfuerzos de lucha contra el paludismo en el África subsahariana, que representa un 90 por ciento de la carga mundial de paludismo. Entre 2000 y 2015, el acceso a una red tratada entre las poblaciones de esta región aumentó de menos del 2 al 53 por ciento.

MÁS DE 600 MILLONES DE INFECCIONES EVITADAS EN 14 AÑOS

   La OMS estima que en el África subsahariana se evitaron 663 millones de infecciones por paludismo mediante intervenciones contra la malaria entre 2001 y 2015 (69 por ciento), seguido de tratamientos combinados basados en artemisinina (21 por ciento) y rociamiento residual de interiores (10 por ciento).

   Los investigadores atribuyeron la eficacia continua de las LLINs al efecto combinado de la barrera proporcionada por las redes y los propios insecticidas. Señalaron que incluso en zonas donde los mosquitos han desarrollado resistencia a la clase de insecticidas utilizados en las LLIN (piretroides), las redes tratadas pueden matar a los mosquitos.

   "Un mosquito resistente no puede morir inmediatamente después de aterrizar en una red, pero podría seguir absorbiendo insecticida, a medida que busca una manera de atravesar y morder a una persona debajo de la red", detalla la doctora Tessa Knox, investigadora de la OMS implicada en el trabajo. "Esto puede matar al mosquito y detener la transmisión de los parásitos de la malaria", añade.

   El hecho de que las LLINs sigan siendo efectivas es una indicación de que la resistencia no es una cuestión de todo o nada y que los piretroides probablemente retengan algún nivel de impacto en muchas áreas, subraya Knox. Estos hallazgos son consistentes con investigaciones recientes realizadas por los Centros estadounidenses para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que mostraron que las redes tratadas proporcionaban una protección significativa entre los niños en una zona de Malawi con una transmisión considerable de la malaria y niveles moderados de resistencia de los mosquitos a los piretroides.

   Aunque estos hallazgos son alentadores, la OMS sigue subrayando la necesidad urgente de contar con nuevas y mejoradas herramientas de lucha contra el paludismo para acelerar el progreso hacia las metas mundiales de erradicación. La OMS reclama mayores inversiones en intervenciones de control de vectores, como las LLINs y la fumigación residual en interiores, mejora de los diagnósticos y medicamentos más eficaces.

   Además, la resistencia de los mosquitos a los insecticidas sigue siendo una preocupación creciente. Según estimaciones de la OMS, 60 países han informado de resistencia de los mosquitos a por lo menos uno de los cuatro insecticidas utilizados en las LLINs y la fumigación residual de interiores desde 2010; con 49 países que han reportado resistencia a dos o más clases de insecticidas. Si la resistencia continúa intensificándose, la capacidad de matar a los mosquitos con las LLINs y la fumigación residual en interiores puede debilitarse constantemente.

   Para evitar una reducción del impacto de estas herramientas básicas de control de vectores, los responsables de la OMS destacan la necesidad de que todos los países con transmisión de malaria en curso desarrollen y apliquen estrategias eficaces de manejo de la resistencia a los insecticidas. Se debe hacer uso de la información existente para tomar las decisiones oportunas sobre qué herramientas deben aplicarse, dónde y cuándo.

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