MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
La coexistencia pacífica, en lugar de la guerra: así es como los mangabeys gris, una especie de mono de África occidental, manejan la infección por el virus de la inmunideficiencia en simios (SIV, en sus siglas en inglés), pariente del VIH, y evitan desarrollar una enfermedad similar al sida.
Para saber cómo los mangabeys gris u hollín logran esta importante proeza de salud, un equipo de científicos liderado por el 'Yerkes National Primate Research Center', en Estados Unidos, ha secuenciado el genoma mangabey hollín. Y al compararlo con el genoma de los humanos y otros primates no humanos, el equipo ha encontrado pistas que pueden ayudar a las personas infectadas con el VIH, según detallan en un artículo en la revista 'Nature'.
Estudiar cómo SIV y sus anfitriones naturales coexisten sin SIDA podría mostrar cómo mejorar la atención a largo plazo de las personas infectadas con VIH, reducir la transmisión de madre a hijo y orientar el desarrollo de una vacuna contra el VIH, según apuntan los autores en un artículo sobre la investigación que se publica este jueves, 4 de enero.
Liderados por Guido Silvestri, jefe de Microbiología e Inmunología en el Centro de Investigación Yerkes de la Universidad de Emory, los científicos creen que es el primer ejemplo de análisis del genoma entre especies para identificar y validar genes que pueden regular un importante proceso de enfermedad. "Estamos aprovechando un experimento evolutivo que tuvo lugar durante muchos miles de años, revelando cómo es posible estar infectado con SIV y no desarrollar sida", dice Silvestri, quien también es profesor de Patología y Medicina de Laboratorio en la Escuela de Medicina de la Universidad Emory y 'Emory Vaccine Center', y 'Georgia Research Alliance Eminent Scholar'.
Los coautores son David Palesch, investigador posdoctoral de Yerkes, y Steve Bosinger, profesor asistente de Patología y Medicina de Laboratorio y director de 'Yerkes Genomics Core'. Jeffrey Rogers y su equipo de genetistas del Centro de Secuenciación del Genoma Humano del Colegio de Medicina Baylor realizaron la secuenciación y el ensamblaje del genoma. El doctor Rogers es miembro del Consejo Asesor Científico Nacional de Yerkes.
"Este proyecto es un maravilloso ejemplo de los avances científicos posibles cuando combinamos el análisis de secuencia del genoma completo con la comprensión experta de las causas de la enfermedad, en este caso, la respuesta inmune a la infección por SIV --dice Rogers--. Al integrar la experiencia en genómica de la Facultad de Medicina de Baylor con la experiencia a largo plazo del equipo de Yerkes/Emory con respecto a los mangabeys hollín, hemos generado resultados verdaderamente emocionantes e importantes".
Los mangabeys grises, junto con otros monos, como los driles y los monos verdes africanos, son los anfitriones naturales del SIV. Cuando están infectados por este virus, mantienen niveles saludables de células inmunes y no desarrollan sida. Ésa protección contrasta con los huéspedes no naturales, como los macacos rhesus, que progresan a una enfermedad similar al sida, convirtiéndolos en un modelo para comprender la infección por el VIH en humanos.
DOS DIFERENCIAS EN LAS PROTEÍNAS DE SU SISTEMA INMUNE
El análisis genético ha demostrado que la infección por el VIH en humanos surgió a través de transmisiones multiespecíficas de SIV de primates no humanos, incluidos chimpancés y mangabeys hollín. "Encontramos dos grandes diferencias en las proteínas del sistema inmune en el genoma mangabey hollín, que esperamos nos ayuden a entender mejor por qué los mangabeys grises evitan el sida a pesar de la infección por SIV", dice Palesch.
Una de las principales diferencias es una molécula de adhesión en las células inmunes. Llamada ICAM2, esta molécula no es funcional en los mangabeys grises. Una deleción en el gen ICAM2 parece ser específica de mangabeys hollín y no se encuentra en otros huéspedes naturales de SIV u otros primates, como mandriles y macacos. Además, los mangabeys hollín tienen una alteración de la proteína TLR4 (receptor tipo Toll 4), que afecta a su función. TLR4 es parte de la percepción inmune innata y enciende la activación en respuesta a los componentes de las membranas bacterianas.
Este hallazgo es intrigante --dice Silvestri-- porque el daño a las barreras intestinales y la liberación bacteriana contribuye a la activación inmune crónica, que se asocia con la progresión del sida en humanos infectados por VIH y huéspedes no naturales infectados con SIV".
En los mangabeys grises, una forma menos activa de TLR4 puede reducir la activación inmune en respuesta a la infección por SIV. La alteración de TLR4 se compartió en los genomas de mangabeys hollín y otros hospedadores naturales, como los monos vervets, drills y colobos, pero estuvo ausente en hospedadores no naturales, como los macacos, lo que sugiere alguna ventaja evolutiva.
Los científicos dieron seguimiento a estos hallazgos para mostrar cómo estas diferencias afectan al comportamiento de las células inmunitarias. El siguiente paso es explorar las diferencias genómicas más sutiles entre los mangabeys hollín y sus parientes.
En un trabajo anterior, dirigido por Silvestri, él y su equipo de investigación compararon el sistema inmune de mangabeys hollín y otros huéspedes naturales con humanos infectados por VIH, incluyendo no progresores víricos, un grupo único de pacientes que evita la enfermedad relacionada con el VIH de manera similar.
El presente estudio amplía esa investigación al ser el primero en comparar la secuenciación completa del genoma e identificar las vías que pueden conferir resistencia al sida. Con el éxito de este enfoque, el equipo de Yerkes está planificando futuros proyectos de secuenciación que contemplen especies hospedantes naturales adicionales, además de que planea realizar estudios más profundos sobre los genes que identificó.
"Se necesitan estudios futuros en los que ICAM2 y TLR4 se manipulen in vivo durante la infección por SIV para revelar si estos dos genes afectan directamente a la naturaleza no patógena de la infección por SIV en esta especie hospedadora", escriben los autores.
"Es realmente un momento emocionante en la investigación del sida", afirma Bosinger. "Con el paciente de Berlín, que es la única persona que se ha curado del sida, hemos visto que la cura del VIH es posible. Los mangabeys hollín y otros huéspedes naturales han servido durante años a los científicos como una hoja de ruta para las terapias contra el sida, pero solo hemos podido ver pequeños fragmentos del mapa a la vez. Ahora, al examinar todo el genoma de estas especies, nuestro equipo cree que podemos acelerar descubrimientos que marquen la diferencia en la lucha contra el VIH y el sida", agrega.