El Hospital Clínic de Barcelona edita una guía de autoayuda para las mujeres que se distribuirá por toda Cataluña
BARCELONA, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La mitad de las víctimas de agresiones sexuales sufren a la larga un trastorno por estrés postraumático, que es una severa reacción emocional a un trauma psicológico extremo a menudo no identificado y complicado de tratar, y un 80% desarrolla otros trastornos psíquicos tales como depresión, pánico y consumo de sustancias.
Así lo explicó hoy la consultora de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona Lluïsa García-Esteve, una de las coordinadoras de la guía de autoayuda que ha editado el centro para contribuir a que las mujeres víctimas de una agresión superen el trauma.
La guía, elaborada por médicos, psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales, nació de la voluntad del programa de atención urgente a mujeres del Hospital Clínic que, tras una atención eficaz de las mujeres a nivel físico, también hace un seguimiento de éstas hasta un año después de la agresión para atender las secuelas.
El centro, que distribuirá el material por todos los Centros de Atención Primaria (CAP) de Catalunya y otros emplazamientos sociales estratégicos, atiende cada año a 250 víctimas de violencia de género, un tercio de ellas inmigrantes, explicó el director general del Clínic, Raimon Belenes.
Según García-Esteve, el 46% de las víctimas conocían al agresor y el 40% de las agresiones tienen lugar en la vivienda de la víctima --en su portal, escalera o piso--, el 30% en la vía pública y el 16% en el lugar de trabajo.
El perfil de las primeras 100 mujeres tratadas por el programa es el de españolas --el 70%--, jóvenes de entre 18 y 25 años --la mitad--, con nivel económico medio-alto --la mitad--, sin antecedentes psiquiátricos --64%--, sin hijos --80%-- y trabajadoras --65%--.
Asimismo, el 60% refirió un consumo de alcohol previo, un 6% ingirió droga --cannabis y cocaína, habitualmente-- y el 16% había olvidado lo que le había pasado y presentaba indicios de haber sufrido una intoxicación química involuntaria.
Según la médico Maria Luisa Imaz, esta "sumisión química", fenómeno detectado en los últimos años, provoca una disminución del nivel de conciencia y dificultades en la toma de decisiones. Por ello, el Clínic iniciará acciones de recogida de muestras de sangre y orina para confirmar la presencia de estas sustancias e identificarlas.
La guía explica qué es una agresión sexual, que se debe hacer después, la importancia de recibir atención médica inmediata, las reacciones psicológicas más frecuentes, qué se puede hacer para recuperarse, cuándo se precisa tratamiento, qué pasa si se denuncia y proporciona direcciones de interés.
Como singularidad, algunos de los consejos están relatados por otras mujeres que también han sufrido una agresión y pone especial énfasis en la necesidad de superar el sentimiento de culpabilidad que a menudo sienten las víctimas, que se responsabilizan de lo que hizo el agresor.
La guía ha contado con el apoyo del Plan Director de Salud Mental y Adicciones de la Conselleria de Salud, con la colaboración de la Obra Social de la Fundación La Caixa.