MADRID 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid con 100 trabajadores ha revelado que durante los días laborables el 60 por ciento del tiempo que permanecen despiertos lo pasan delante de una pantalla de algún dispositivo electrónico, bien de la televisión, un ordenador, un teléfono móvil o una tableta, y el porcentaje apenas baja al 50 por ciento los días que no trabajan.
Así se desprende de los resultados presentados este miércoles por la investigadora Celia Sánchez Ramos durante un acto en el que se han alertado de los riesgos del síndrome pantalla en colaboración con Reticare, fabricante de unos protectores oculares frente al uso de estos dispositivos electrónicos.
El estudio se llevó a cabo en un centenar de trabajadores de entre 28 y 52 años de una pequeña y mediana empresa, y los resultados muestran además como, tanto en los días laborables como en los festivos, durante dos horas diarias estaban expuestos de forma simultánea a más de una pantalla.
Esta incidencia tan elevada es clave y para el sistema visual, que se enfrenta a unas condiciones físicas extremas. No en vano, estudios científicos recientes han demostrado como puede provocar daños reversibles o irreversibles según las partes del ojo a las que afecten. Así, han demostrado que el parpadeo por minuto puede reducirse en un 30 por ciento, mientras que su amplitud también puede verse mermada en un 50 por ciento y la calidad de la lágrima también se ve afectada.
Además, otros estudios han demostrado como también aumentan otros síntomas como fatiga de ojos (69%), picor de ojos (67%), ojos enrojecidos (43%), visión turbia (40%), ojos llorosos (38%), tirantez de ojos (19%) y quemazón de ojos (18%).
Y con un elevado número de horas frente a las pantallas de dispositivos electrónicos también agudiza la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o la presbicia.
Este riesgo es mayor en niños y adultos jóvenes, según han reconocido los autores del estudio, ya que poseen un menor nivel de protección en su sistema ocular que filtra la luz LED blanca que emiten estos dispositivos.
Por ello, apuntan, es necesario que se protejan teniendo en cuenta además que su esperanza de vida será mayor y las células de la retina que forman parte del sistema nervioso central no se regeneran.