MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) ha evidenciado la "alta incidencia y prevalencia" de problemas visuales en los supervivientes de un accidente cerebrovascular agudo, que se produce cuando se corta el suministro de sangre a una parte del cerebro.
Para determinar el número de nuevos casos de discapacidad visual después del accidente cerebrovascular y su prevalencia, los investigadores examinaron las evaluaciones de los accidentes cerebrovasculares de 1.033 pacientes de tres unidades de accidente cerebrovascular en un año.
Durante su estadía en el hospital, un ortoptista evaluó la agudeza visual, los campos visuales, la alineación ocular, la motilidad ocular, la falta de atención visual y la percepción visual de cada paciente. Así, descubrieron que el promedio de días (después del accidente cerebrovascular) antes de realizar un examen visual era de tres y, para una evaluación visual completa, el promedio era de cuatro días.
Excluyendo problemas oculares preexistentes, la incidencia de nuevas condiciones visuales de inicio fue del 48 por ciento para todas las admisiones por accidente cerebrovascular y del 60 por ciento en los sobrevivientes de accidente cerebrovascular.
El 73 por ciento tenía problemas visuales: 56 por ciento con visión central alterada, 40 por ciento con anomalías en el movimiento de los ojos, 28 por ciento de pérdida del campo visual, 27 de de falta de atención visual y 5 por ciento de trastornos de la percepción visual.
"La incidencia y la prevalencia de problemas visuales en el accidente cerebrovascular agudo es alarmante y afecta a más de la mitad de los supervivientes. Hay una amplia gama de trastornos visuales que ocurren después de un accidente cerebrovascular y, con frecuencia, con síntomas visuales. También hay una amplia variedad de opciones de tratamiento disponibles para estas personas", explican los investigadores en un estudio publicado en la revista 'Plos One'.