MADRID 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento con metadona para la dependencia de opiáceos afecta a la capacidad de conducir ya que disminuye el estado de alerta pero, pese a ello, el 52 por ciento admite conducir su vehículo o manejar herramientas o maquinaria pesada a diario.
Así se desprende de los resultados del estudio Proteus, publicado en la revista 'Substance Abuse Treatment, Prevention, and Policy', con el que se ha tratado de describir el perfil actual del paciente dependiente de opiáceos en tratamiento con agonistas opiáceos en España.
El estudio ha detectado que el 94 por ciento de los drogodependientes de opiáceos están en tratamiento con metadona en dosis superiores a 60 miligramos al día, lo que afecta a la capacidad para conducir. Y, de estos, dos de cada tres que conduce lo hace por motivos de ocio y un 12 por ciento lo hace por motivos profesionales. Además, algunos de los pacientes también consumen otras drogas al mismo tiempo.
Sin embargo, el artículo indica que está demostrado que los programas con agonistas opiáceos funcionan y que los pacientes desempeñan sus actividades diarias mejor con tratamiento que sin él.
Aunque la medicación prescrita para tratar la dependencia de opiáceos afecta la capacidad de conducir de los pacientes, no todos los medicamentos (metadona, buprenorfina/naloxona) disponibles en el mercado son similares, ni afectan a los pacientes del mismo modo.
De esta manera, según el artículo, los profesionales sanitarios deberían considerar aquel tratamiento que afecte en menor medida la capacidad de conducir de los pacientes, en especial para los que conducen por motivos profesionales y para los cuales, no poder conducir no es una alternativa.