MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -
Entre el 25 y el 50 por ciento de las personas que sufren artritis reumatoide (AR) debe abandonar su trabajo diez años después del inicio de esta enfermedad, que se ha convertido en la causa más frecuente de incapacidad laboral potencialmente tratable en el mundo occidental, según informó hoy la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis).
El doctor del Servicio de Reumatología del Hospital Infanta Sofía Santiago Muñoz destacó que "es crucial impedir la evolución natural de la enfermedad en los dos primeros años para evitar futuras secuelas en los pacientes".
Este experto destacó que "actualmente, gracias a las unidades de artritis precoz y la reducción de las listas de espera, el tiempo hasta el diagnóstico cada vez es menor", y señaló que los fármacos biológicos han demostrado mejorar la actividad inflamatoria y evitar la aparición de lesiones radiológicas, incrementando así la calidad de vida y la capacidad funcional de los pacientes. Nuestro objetivo hoy en día es que el paciente haga su vida normal, y esto significa que pueda trabajar lo más normalmente posible", subrayó.
Por su parte, el presidente de ConArtritis, Antonio Torralba, indicó que "el desconocimiento que existe actualmente sobre esta enfermedad hace que a los pacientes con AR les suponga un reto importante a la hora de comentar su situación en la empresa. Una mayor información sobre la AR ayudaría a su normalización en el entorno laboral, de forma que se pudiera ver como cualquier otra patología crónica actual", dijo.
Tal y como indica el informe 'Artritis Reumatoide: carga de la enfermedad y acceso de los pacientes a los tratamientos (2)', el coste anual medio por paciente con esta enfermedad asciende en España a 15.000 euros. De la misma forma, han sido varios los estudios realizados durante los últimos años que han llegado a la conclusión de que los gastos indirectos --entre los que se incluyen la pérdida de la productividad por incapacidad, jubilaciones anticipadas y pensiones por discapacidad--, son de dos a cuatro veces mayores que los costes directos derivados de costes médicos, farmacéuticos y hospitalarios.
La AR es una dolencia crónica e incapacitante que se presenta en la mayoría de los casos en el pleno apogeo de la vida laboral, puesto que aparece en personas con edades comprendidas entre los 25 y los 55 años. Las rutinas del día del día están en gran medida vinculadas a la actividad profesional que desempeñan las personas, por lo que la pérdida gradual de la capacidad de realizarlas constituye un proceso altamente doloroso para los 250.000 pacientes que padecen esta enfermedad en España.