MADRID 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un 50 por ciento de las pacientes con cáncer de ovario seroso de alto grado, variante que caracteriza a la mayoría de estos tumores, presentan alteración de genes implicados en la reparación del ADN, como el BRCA1 y el BRCA2, según los datos del primer atlas genético de esta enfermedad presentados en el III Congreso Internacional sobre Cáncer Ginecológico que se celebra estos días en Madrid.
Dicho atlas se ha realizado a partir de la expresión de genes de más de 400 pacientes con diagnóstico del tipo seroso de alto grado, que ha permitido identificar algunas alteraciones moleculares de este tipo de cáncer de ovario que además de aumentar el conocimiento sobre la biología de la enfermedad, facilitarán el diseño a corto plazo de estrategias de tratamiento más eficaces y la selección de pacientes para estudios clínicos dirigidos.
De este modo, y según ha explicado el doctor Anil Sood, del MD Anderson Cancer de Houston (Estados Unidos), se ha observado como en aquellos pacientes que presentan alteraciones en genes implicados en la reparación del ADN hasta un 20 por ciento tienen mutaciones que son hereditarias.
"Este hallazgo es muy relevante", según ha añadido el jefe de Servicio de Oncología Médica del MD Anderson Cancer Center de Madrid, Antonio González, quien destaca que "actualmente se están investigando inhibidores de la enzima PARP que tienen especial actividad en pacientes con déficit de la función de los genes BRCA 1 y 2".
Además, el 95 por ciento de las pacientes estudiadas tenían mutaciones del gen p53 y hasta un 45 por ciento de las pacientes tienen una alteración en la vía de señalización de PI3 kinasa/Ras, lo que abre la oportunidad de explorar el papel de los inhibidores de PI3 kinasa en estas pacientes.
Por último, este análisis también ha permitido a su vez identificar al menos cuatro subtipos moleculares dentro del tipo seroso de alto grado, y uno de estos subtipos se caracteriza por la elevada expresión de genes relacionados con la angiogénesis.
Para González, "este es un hecho especialmente relevante puesto que nos puede permitir identificar aquellas pacientes que van a obtener un mayor beneficio de los nuevos tratamientos antiangiogénicos".
DEFIENDEN EL POTENCIAL DEL BEVACIZUMAB
Precisamente en el desarrollo de estos nuevos fármacos, este experto ha destacado el papel que puede jugar el anticuerpo monoclonal bevacizumab, comercializado por Roche como 'Avastin', que "bloquea el factor de crecimiento vascular endotelial mediante moléculas que inhiben este proceso desde dentro de la célula, como los inhibidores de tirosina kinasa; o bien mediante una nueva generación de moléculas como los peptibodies que bloquean la angiopoyetina".
A este respecto, dos estudios publicados recientemente en el 'New England Journal of Medicine', con más de 3.000 pacientes, han demostrado la eficacia de esta terapia asociada a quimioterapia, seguido de un periodo de tratamiento con bevacizumab, lo que ha revelado un incremento del tiempo libre de progresión de la enfermedad.
"Estamos ante un hecho muy importante, no solo porque en los últimos 15 años no habíamos observado ningún avance en el tratamiento del cáncer de ovario, al margen de la terapia intraperitoneal, sino porque es la prueba del valor del tratamiento antiangiogénico en este tipo de cáncer, lo que nos anima a seguir investigando", ha concluido González.