El misterio de las agujetas: ¿son buenas o malas? ¿realmente podemos prevenirlas?

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Archivo - Agujetas - JAY YUNO/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 23 enero 2023 8:24

   MADRID, 23 Ene. (EDIZIONES) -

   Rara es la persona que alguna vez en su vida al ir a hacer deporte no ha tenido agujetas. Estas son súper incomodas, e incluso dolorosas, y son muchísimos los mitos que rondan en torno a ellas y que en este artículo vamos a intentar desterrar con la ayuda del doctor Luis Sanz, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Madrid.

   Recuerda este experto en primer lugar, durante una entrevista con Infosalus, que las 'agujetas' es el término coloquial para describir un síntoma que se caracteriza por una sensación de pinchazos dolorosos en los músculos, que aparece horas o días después de someter a esos músculos a una carga mayor de la habitual, o a un ejercicio más intenso del acostumbrado. "El término médico para esta afección es dolor muscular de aparición tardía o mialgia diferida ('DOMS', por sus siglas en inglés)", precisa.

POR QUÉ APARECEN

   Explica que estas nos surgen cuando sometemos a un músculo a un trabajo al que no está habituado, o más intenso del que realiza normalmente, y se produce una sobrecarga de las fibras musculares que provoca microrroturas fibrilares: "Se desencadena una reacción inflamatoria local, que es la responsable de la sensación, normalmente a las 24-48 horas después del ejercicio".

   Tradicionalmente, el doctor Sanz mantiene que antes se explicaban por la precipitación de cristales de ácido láctico, como subproducto de la cadena inflamatoria. "Era una explicación que se correspondía muy gráficamente con la sensación de pinchazos o de cristales rotos en los músculos afectados, pero hoy en día es carente de base científica", añade.

   Sobre si es bueno o malo que las tengamos, este traumatólogo de HM Hospitales indica que representan un signo de aviso del organismo de que una parte de este está sufriendo un proceso inflamatorio reparador tras una lesión por sobrecarga no habitual, y como tal, se pueden interpretar como beneficiosas, puesto que centran nuestra atención en la protección y en los cuidados del músculo que se está recuperando.

   "La sensación que percibimos cuando ejercitamos un músculo que ha sufrido una sobrecarga no habitual 24-48 horas antes y que está experimentando un proceso infamatorio y reparador de las microrroturas fibrilares, que se han producido al no estar entrenadas para soportar el esfuerzo realizado son las agujetas. El ejercicio muscular que más provoca agujetas es el 'excéntrico' (contracción muscular mientras el músculo se alarga) como el que realiza al hacer sentadillas, bajar escaleras, etc.)", subraya.

CONSEJOS PARA AFRONTAR LAS AGUJETAS

   En este sentido, preguntamos al jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Madrid qué consejos podemos seguir para afrontar o aliviar las agujetas mantiene que, en primer lugar normalidad, al tratarse de un proceso benigno autolimitado en el tiempo, así como un indicador del estado de entrenamiento de los músculos, y de lo adecuado o no de la sobrecarga a la que les sometemos.

   "La mejor manera de evitar las agujetas es realizar un entrenamiento progresivo y suave de la carga muscular. Si esto no es posible y anticipamos una actividad física y muscular mayor de la habitual, una sobrecarga glucémica con azúcar no es de gran ayuda (beber agua con azúcar como antes se recomendaba); pero afirma que sí lo es una hidratación suficiente y mantenida durante el ejercicio, así como una dieta sana y que contenga carbohidratos no azucarados", añade el doctor Sanz.

   A su vez, resalta que el calentamiento y el estiramiento de los músculos antes del ejercicio actúan como protectores contra una reacción inflamatoria excesiva. Una vez concluido el esfuerzo físico, según prosigue, es recomendable la aplicación de frío local sobre los grupos musculares afectos, para reducir la reacción inflamatoria, de la misma manera que aplicaríamos frío sobre una contusión o un esguince articular.

   Suelen aparecer entre las 24 y 48 horas posteriores a la sobrecarga y recuerda que puede ayudar también a la hora de aliviarlas el ejercicio suave aeróbico sin impacto, justo después del esfuerzo muscular, algo que contribuye a su relajación progresiva. "El ejercicio suave una vez han aparecido las agujetas es beneficio para su más corta resolución y reduce la fase de fibrosis de la reacción reparadora. Los masajes musculares tienen en parte este mismo efecto de evitar la microfibrosis y pueden ser beneficiosos después del ejercicio", agrega.

   Así, insiste en que la manera de prevenirlas reside en un entrenamiento progresivo, donde nos realicemos un calentamiento y estiramiento; seguir una hidratación adecuada y mantenida antes, durante, y después del ejercicio muscular. "El uso de antiinflamatorios tópicos (crema) u orales, tales como el ibuprofeno, en las primeras 24 horas tras el ejercicio, reducen la reacción inflamatoria y por lo general alivian la severidad de las agujetas", sostiene el traumatólogo.

   En caso de experimentar dolores musculares más severos de lo habitual, o de mayor duración de la esperada con las agujetas que puedan sugerir una lesión, procede solicitar la opinión de un especialista en cuidados musculares (fisioterapeuta, médico rehabilitador o deportivo, o la de un traumatólogo), según concluye este experto del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Madrid.