MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han cultivado 'miniplacentas' en el laboratorio para arrojar luz sobre cómo se desarrolla la placenta e interactúa con el revestimiento interno del útero. Sus hallazgos podrían ayudar a los científicos a comprender mejor los mecanismos de la preeclampsia para buscar tratamientos futuros.
Tal y como publican en 'Cell Stem Cell', este trabajo demuestra que es posible experimentar con una placenta humana en desarrollo, en lugar de simplemente observar muestras, para estudiar los principales trastornos del embarazo.
Como explica la profesora Ashley Moffett, del Departamento de Patología de la Universidad de Cambridge: "La mayoría de los principales trastornos del embarazo (preeclampsia, muerte fetal, restricción del crecimiento, por ejemplo) dependen de fallas en la forma en que se desarrolla la placenta en las primeras semanas". Por eso mismo, se trata de un proceso increíblemente difícil de estudiar: el período posterior a la implantación, cuando la placenta se incrusta en el endometrio, se describe a menudo como una "caja negra del desarrollo humano".
Para avanzar en esta cuestión, su equipo aplicó proteínas secretadas por las células asesinas naturales del útero a los organoides del trofoblasto para que pudieran imitar las condiciones en las que se implanta la placenta. De esta forma, identificaron proteínas particulares que eran cruciales para ayudar al desarrollo de los organoides. Estas proteínas contribuirán a una implantación exitosa, permitiendo que la placenta invada el útero y transforme las arterias de la madre.
"Esta es la única vez que sabemos dónde una célula normal invade y transforma una arteria, y estas células provienen de otro individuo, el bebé", añade el profesor Moffett, que también es miembro del King's College de Cambridge.
"Si las células no pueden invadir adecuadamente, las arterias en el útero no se abren por lo que la placenta (y por lo tanto el bebé) se queda sin nutrientes y oxígeno. Por eso hay problemas más adelante en el embarazo, cuando simplemente no hay suficiente sangre para alimentar al bebé y éste muere o es muy pequeño".
Los investigadores también encontraron varios genes que regulan el flujo sanguíneo y ayudan con esta implantación, lo que, según el profesor Moffett, proporciona sugerencias para futuras investigaciones para comprender mejor la preeclampsia y trastornos similares.