MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
A medida que más investigaciones revelan cuántas partículas de microplásticos los humanos ingieren y absorben en su torrente sanguíneo, los investigadores de Duke y Appalachian State, en EEUU, han examinado una fuente de absorción de microplásticos que muchos no habrían considerado: los juguetes sexuales.
En un estudio publicado originalmente en 'Microplastics and Nanoplastics' en marzo de 2023, los investigadores discutieron los riesgos de los juguetes sexuales en la salud. La mayoría de los adultos estadounidenses afirman haber utilizado juguetes sexuales que, por diseño, interactúan con partes íntimas y permeables del cuerpo. Muchas personas en todo el mundo no se dan cuenta de los riesgos potenciales de los juguetes sexuales, que los investigadores enfatizan para que los consumidores tomen decisiones informadas.
El estudio, dirigido por Joana Sipe y Christine Hendren examinó los riesgos potenciales asociados con cuatro tipos de juguetes sexuales actualmente disponibles: juguetes anales, bolas, vibradores duales y vibradores externos. En orden de mayor a menor liberación de micro y nanoplástico, los resultados encontraron que el juguete anal liberó la mayor cantidad de partículas, seguido de las cuentas, los vibradores duales y los vibradores externos.
Otro elemento del riesgo de los microplásticos en los juguetes sexuales son los ftalatos, conocidos por ser disruptores endocrinos. Estos estaban presentes en todos los juguetes sexuales probados en niveles que "superaban las advertencias de peligro".
"Afirmamos que dado que la presencia medida de ftalatos en nuestro pequeño tamaño de muestra excede el límite de exposición para los mismos químicos en las regulaciones de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC) de EEUU en juguetes para niños..., las investigaciones sobre si los escenarios de riesgo son o no también similares en los juguetes sexuales son prudentes para la protección de la salud pública", señalan los investigadores.