El microbioma vaginal puede influir en los niveles de estrés de la descendencia

Bebé, recien nacido
PIXABAY/NGUYENBAQUA - Archivo
Actualizado: viernes, 13 julio 2018 7:05

   MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Exponer ratones recién nacidos a microbios vaginales de ratones hembra estresados puede transferir los efectos del estrés a los recién nacidos, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, Estados Unidos. Estos cambios se asemejan a los que se ven específicamente en los descendientes masculinos de las madres que estuvieron estresadas durante el embarazo.

   El estudio, que se publica este lunes en la revista 'Nature Neuroscience', puede conducir a una mejor comprensión de la forma en que las alteraciones maternas, como el estrés, afectan al desarrollo cerebral de la descendencia. Los microbios presentes en el fluido vaginal colonizan el intestino durante el proceso de nacimiento del paso a través del canal de parto, y la composición de este microbioma intestinal influye en el desarrollo del cerebro y cómo responde al estrés más adelante en la vida.

   En ratones, se sabe que el estrés prenatal altera la microbiota vaginal y afecta a la función cerebral de la descendencia masculina después del nacimiento, pero no ha quedado claro cómo estos cambios cerebrales son causados por la microbiota alterada.

   Por ello, Tracy Bale y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland trasplantaron microbios del fluido vaginal de ratones preñados o no estresados a descendencia prenatalmente estresada y sin estrés inmediatamente después de que estas crías nacieron por cesárea, por lo que no estuvieron expuestas a los microbios vaginales de la madre.

   La doctora Bale descubrió que las crías expuestas tanto al estrés en el útero como a la microbiota de madres estresadas tenían una disminución en el peso corporal y el crecimiento y un aumento de los niveles de la hormona del estrés en la edad adulta. Descubrieron que estos efectos podrían reproducirse parcialmente en las crías macho recién nacidas sin estrés transfiriendo los microbios vaginales de las madres estresadas. Sin embargo, los microbios de madres sin estrés no rescataron los efectos del estrés en el útero.

   Estos hallazgos indican que el estrés durante el embarazo afecta a los ratones tanto directamente durante su gestación, en parte por los cambios en el desarrollo del sistema inmune fetal, e indirectamente por la alteración de la microbiota vaginal de la madre. En los seres humanos, el estrés materno durante el embarazo es un factor de riesgo de trastornos psiquiátricos en la descendencia, pero no está claro si este riesgo también está influenciado por la microbiota vaginal.

   "Estos resultados son muy intrigantes --subraya Bale--. Definitivamente vale la pena investigar si los efectos que encontramos en los ratones también son ciertos en los humanos". Bale ha centrado gran parte de su investigación en los vínculos entre el estrés y el riesgo posterior de trastornos del neurodesarrollo, incluidos el autismo y la esquizofrenia. Su trabajo anterior sobre la placenta ha encontrado nuevas diferencias sexuales que pueden predecir un mayor riesgo prenatal de enfermedad en los hombres.

   Ella descubrió previamente que, en ratones, el estrés de un padre puede afectar al desarrollo cerebral de la descendencia y este estrés puede alterar el esperma del padre, lo que puede alterar el desarrollo cerebral del niño. Bale también ha encontrado que los ratones machos que experimentan estrés leve crónico tienen descendencia con una respuesta hormonal reducida al estrés; esta respuesta se ha vinculado con algunos trastornos neuropsiquiátricos, incluido el TEPT. Esto sugiere que incluso los desafíos ambientales leves pueden tener un efecto significativo en la salud de la descendencia.