MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
En el interior de los testículos existe un microbioma cuya presencia podría explicar algunos casos de infertilidad masculina, según ha sugerido un estudio realizado en España, Canadá y Estonia, y que ha sido coordinado por los directores de la Clínica MARGen de Granada (España), Jan Tesarik y Raquel Mendoza Tesarik.
La presencia de microbios en el semen humano es ya conocida, si el origen de esta contaminación no estaba claro y la idea predominante era que los microbios en el semen provenían de una infección en los órganos del sistema genital más allá de los testículos, como vesículas seminales o próstata.
En este sentido, el estudio, publicado en la revista 'Reproductive BioMedicine Online', demuestra que los mismos testículos pueden albergar microbios, como se ha comprobado tras un análisis molecular de ADN y ARN de las especies del tejido testicular obtenido por una biopsia testicular.
Este descubrimiento marca el inicio de estudios que relacionen la presencia de diferentes cepas de microbios detectadas dentro del testículo con la cantidad y la calidad de las células germinales en hombres que padezcan una azoospermia no obstructiva.
De hecho, hasta ahora la presencia de microbios en el semen se relacionaba con los daños no específicos del ADN de los espermatozoides. Sin embargo, el trabajo sugiere que el microbioma testicular pueda estar relacionado con otros tipos de anomalías, incluyendo azoospermia (ausencia de espermatozoides en el eyaculado).
En caso de asociación de ciertas cepas de microbios con una parada de espermatogénesis, un tratamiento antibiótico adecuado podría resolver muchos casos de infertilidad masculina causada por un bloqueo de la formación de espermatozoides en diferentes estadios del proceso.
Por todo ello, los doctores han recomendado que se haga un análisis molecular del microbioma testicular en todos los casos de azoospermia no obstructiva en los que se realiza la biopsia testicular para recuperar espermatozoides o sus células precursoras capaces de fecundar los óvulos, tales como espermátides o espermatocitos.