MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), con la colaboración del Comité Internacional de Rescate y 27 organizaciones y agencias humanitarias, han evidenciado los problemas que se enfrentan las mujeres en los campos de refugiados para manejar con dignidad su menstruación.
Los hallazgos, publicados en el 'Journal of Humanitarian Action', han puesto de manifiesto que aún faltan enfoques efectivos y coordinados para ayudar a las mujeres de entre 14 y 49 años cuando padecen el periodo en escenarios desafiantes de todo el mundo, y que las necesidades de manejo menstrual de las niñas y mujeres en los días de caminata para encontrar refugio y llegar a las fronteras, son particularmente ignorados.
El manejo de la higiene menstrual requiere un acceso fácil a instalaciones de agua y saneamiento seguras y privadas, junto con los materiales y suministros apropiados, el manejo discreto de los desechos y la información básica sobre la higiene menstrual para los contextos de desplazamiento. Sin embargo, existe una "brecha" significativa en términos de información disponible y orientación práctica para quienes se encuentran en zonas de conflicto.
KIT DE HERRAMIENTAS PILOTO
"Por este motivo, diseñamos un kit de herramientas para integrar la gestión de la higiene menstrual en los esfuerzos de respuesta humanitaria. Con el trabajo hemos aprendido importantes lecciones para mejorar la guía de recursos en sí misma: su formato e imágenes, junto con la necesidad de proporcionar materiales de capacitación más sólidos para generar confianza entre los hombres y las mujeres sobre la menstruación y saber cuál es la mejor manera de abordarla", ha comentado el profesor asociado de Ciencias Sociomédicas en la Escuela Mailman, Marni Sommer.
En concreto, el programa piloto, realizado en tres campo de refugiados de Tanzania, ha mostrado la necesidad de ampliar el contenido del kit de herramientas para incluir a niñas y mujeres con discapacidad y sus cuidadores, así como las necesidades que pasan por alto las niñas y mujeres en tránsito que llegan a las fronteras sin suministros o privacidad para controlar la menstruación.
Estudios previos realizados por Sommer incluyeron un documento de 2017 sobre las experiencias relacionadas con la gestión de la higiene menstrual de niñas, mujeres y personal humanitario en el Líbano y Myanmar. Asimismo, anteriormente realizó otro trabajo, publicado en 2016, que fue una revisión global de la evidencia existente y el aprendizaje práctico del sector humanitario.
"Este piloto destacó la necesidad de ampliar el contenido para grupos vulnerables específicos. Aprendimos muchas lecciones importantes de este ejercicio que nos permitieron afinar el recurso, incluido el alcance del contenido que será útil para integrar mejor la programación de la gestión de la higiene menstrual en los futuros esfuerzos de respuesta humanitaria global", ha zanjado Sommer.