MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Estar expuesto a un entorno complejo y estimulante rico en nuevas imágenes, sonidos y un vocabulario completo puede desempeñar un poderoso papel en el fortalecimiento de los cerebros en desarrollo de los bebés, ayudando a mantener una red neuronal que funciona tranquilamente, según los resultados de una investigación que se publican este martes en 'Trends in Neurosciences'.
"La fuerza, la duración y el momento de la experiencia ambiental influyen en la flexibilidad de los circuitos cerebrales, que se componen de cables de comunicación llamados axones, que conectan las neuronas a través del cerebro y son revestidos por la mielina, una sustancia grasa que ayuda a los impulsos nerviosos a correr de un lugar a otro", dice el autor del estudio, Vittorio Gallo, jefe de investigación en el 'Children's National', en Washington, Estados Unidos.
"Como responde a los estímulos ambientales, el cerebro continúa apoyando la integridad de la mielina. Igual de importante es que la mielina dañada puede dejar huecos en la red neuronal que pueden conducir a déficits cognitivos, motores y de comportamiento", agrega este investigador.
Según Gallo y el director del estudio, Thomas A. Forbes, un grupo de células progenitoras de oligodendrocitos (OPCs, por sus siglas en inglés), se especializan en la fabricación de mielina y lo hacen desde la infancia hasta la edad adulta. Las células de oligodendrocitos resultantes (OLs, por sus siglas en inglés) forman una asociación de trabajo importante con los axones. Desde aproximadamente las 23 a las 37 semanas de gestación, las OLs se desarrollan en el cerebro fetal y continúan generándose después del nacimiento hasta la adolescencia.
"Este ciclo de retroalimentación dinámica entre la plasticidad de la mielina y la excitabilidad neuronal es crucial --afirma Forbes--. Ayuda a fortalecer la función motora y cognitiva y permite a niños y adultos aprender nuevas habilidades y registrar nuevos recuerdos".
En el útero, la genética desempeña un papel destacado en la estructura inicial de la sustancia blanca, que se encuentra en la región subcortical del cerebro y toma su color blanco de la mielina, la cubierta de lípidos y proteínas que eléctricamente aísla las células nerviosas. Los defectos en la organización microestructural de la sustancia blanca están asociados con muchos trastornos del desarrollo neurológico. Una vez que los niños nacen, las experiencias ambientales también pueden comenzar a ejercer un papel significativo.
EL MEDIO AMBIENTE COMO UN ENFOQUE TERAPÉUTICO
"Puede verse el medio ambiente como un enfoque terapéutico no invasivo que puede emplearse para reforzar la salud de la materia blanca, ya sea por sí solo o trabajando en tándem con terapias farmacológicas --dice Gallo--. La cuestión es cómo diseñar el mejor ambiente para que los bebés y los niños crezcan y alcancen la función cognitiva más alta. Un ambiente enriquecido no sólo implica la oportunidad de moverse y participar en el ejercicio físico y la terapia física, sino también un ambiente donde haya novedades, experiencias nuevas y el aprendizaje continuamente activo, y es igualmente importante minimizar los estresores sociales".
Entre las posibles intervenciones para impulsar el poder del cerebro, independientemente de la situación socioeconómica, los autores proponen exponer a los niños a objetos nuevos y diferentes con una oportunidad para la actividad física y la interacción con numerosos compañeros de juego. Este tipo de entorno desafía al niño a adaptarse continuamente a su entorno de una manera social, física y experiencial. En modelos experimentales, entornos enriquecidos apoyaban la salud del cerebro al aumentar el volumen y la longitud de las fibras mielinizadas, el volumen de las vainas de mielina e incrementar el volumen total del cerebro.
La exposición a la música ayuda con la cognición, la audición y las habilidades motoras para aquellos que tocan un instrumento, aprovechando múltiples áreas del cerebro para trabajar juntos de manera colaborativa. La imagen de tensor de difusión (DTI, por sus siglas en inglés) revela que los pianistas profesionales que comenzaron a tocar cuando eran niños han mejorado la integridad de la materia blanca y la plasticidad, escribe Gallo y Forbes.
El aprendizaje activo requiere interactuar y adaptarse al medio ambiente. La generación de nuevas OLs influye en el aprendizaje de nuevas habilidades motoras tanto en los más jóvenes como en los muy mayores. Y el entrenamiento cognitivo y la estimulación modelan y preservan la integridad de la materia blanca en el envejecimiento.
Los estudios de DTI indican que cuatro semanas de entrenamiento integrativo mente-cuerpo alteran la mielinización y mejoran la eficiencia de la materia blanca con cambios especialmente pronunciados en el área del cerebro responsable de la autorregulación, el control de los impulsos y la emoción.
El ejercicio voluntario en modelos experimentales se asocia con OPCs que se diferencian en OLs maduras. Los estudios de imagen muestran una relación positiva entre el estado físico, la salud de la materia blanca y las redes cerebrales involucradas en la memoria.
En cambio, influencias negativas como nacimiento prematuro, nutrición deficiente, enfermedad, abandono y aislamiento social pueden degradar la integridad de la mielina, comprometiendo las habilidades motoras básicas y función cognitiva. Por lo general, el grupo de OPCs se expande cuando el feto está a punto de nacer, pero la lesión cerebral, la falta de oxígeno y el suministro restringido de sangre pueden retrasar la maduración de ciertas células cerebrales y causar anormalidades en la sustancia blanca que disminuyen la capacidad del cerebro para sintetizar la mielina.