MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Si los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo o la diabetes, se controlaran mejor en Europa, se podrían prevenir hasta 135.000 muertes al año por esta enfermedad (infarto e ictus), es decir, una muerte evitable cada cuatro minutos.
Esta es una de las conclusiones del estudio 'EURIKA', elaborado con la colaboración de AstraZeneca y presentado durante el Congreso Médico EuroPrevent celebrado recientemente en Ginebra, sobre 'Prevención y manejo del riesgo cardiovascular en la práctica diaria', realizado en doce países europeos sobre más de 7.600 pacientes que tenían al menos un factor de riesgo de ECV.
"Del estudio EURIKA se concluye que la hipertensión fue responsable del 32,7 por ciento del riesgo de muerte cardiovascular, la dislipemia del 15,1, el tabaco del 10,4 y la diabetes del 16,4, en clara relación con la prevalencia de estos factores", ha explicado el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Unidad de Epidemiología de la Universidad Autónoma de Madrid, el doctor José Ramón Banegas.
En este sentido, se ha observado que "España presenta una mayor prevalencia de dislipemia, diabetes y sedentarismo y un menor control de dislipemia y diabetes que la media de los otros países europeos estudiados", ha añadido.
Por su parte, el experto del departamento de Epidemiología Cardiovascular y Genética del Centro Nacional para la Investigación Cardiovascular (CNIC), el doctor Eliseo Guallar, ha asegurado que el conocimiento del vínculo entre los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular y la probabilidad de morir son "limitados". "Con datos del estudio EURIKA se han cuantificado cuántas vidas se podrían salvar cada año proporcionando mejores cuidados preventivos en Europa", ha apuntado.
"La presión arterial elevada, el colesterol elevado, el tabaquismo y la diabetes pueden manejarse eficazmente a través de cambios en el estilo de vida, tratamientos adecuados o una combinación de los dos. De acuerdo con estos datos, instamos a los médicos y a los pacientes a colaborar para controlar estos factores de riesgo y reducir el riesgo a largo plazo de muerte por enfermedad cardiovascular", ha señalado el profesor Julian Halcox, de la Universidad de Cardiff, Reino Unido.