MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las medidas de control de China durante los primeros 50 días de la epidemia de Covid-19 pueden haber retrasado la propagación del virus a ciudades fuera de Wuhan por varios días y, al interrumpir la transmisión en todo el país, evitar más de 700.000 infecciones, según un informe internacional de un equipo de investigadores que se ha publicado este martes en la revista 'Science'.
El número de casos confirmados en China para el día 50 (19 de febrero) de la epidemia fue de alrededor de 30.000. "Nuestro análisis sugiere que sin la prohibición de viajar de Wuhan y la respuesta de emergencia nacional habría habido más de 700.000 casos confirmados de Covid-19 fuera de Wuhan para esa fecha. Las medidas de control de China parecen haber funcionado al romper con éxito la cadena de transmisión, prevenir el contacto entre personas infecciosas y susceptibles", explica Christopher Dye, de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Los investigadores utilizaron una combinación única de informes de casos, datos de movimiento humano e información de intervención de salud pública para investigar la propagación y el control de Covid-19. Examinaron los movimientos de 4,3 millones de personas fuera de Wuhan antes de la prohibición de viajar, los tipos y el momento de las medidas de control implementadas en las ciudades de China y la cantidad de casos reportados cada día en cada ciudad.
El análisis reveló una reducción extraordinaria en movimiento tras la prohibición de viajar del 23 de enero. Basándose en estos datos, también podrían calcular la probable reducción en los casos asociados con Wuhan en otras ciudades de China. El modelo del equipo también analizó los efectos específicos del cierre de Wuhan y descubrió que retrasó la llegada del Covid-19 a otras ciudades por varios días. "Este retraso proporcionó tiempo adicional para prepararse para la llegada del coronavirus a más de 130 ciudades", apunta Huaiyu Tian, de la Pekín Normal University (China).
Estas ciudades prohibieron las reuniones públicas, los lugares cerrados de entretenimiento y el transporte público, entre otras acciones. Como resultado, notificaron un 33 por ciento menos de casos durante la primera semana de sus brotes que las ciudades que no implementaron esta respuesta.
Los investigadores puntualizan que si bien las medidas de control tomadas hasta el momento han reducido el número de infecciones por COVID-19 a niveles muy bajos, China no está fuera de peligro. "Dada la pequeña fracción de la población china que ha sido infectada, un número mucho mayor de personas sigue en riesgo de Covid-19. Somos muy conscientes de que las infecciones residentes o importadas podrían provocar un resurgimiento de la transmisión", añade Tian.