MADRID 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El equipo médico del proyecto Diabfrail-Latam, un estudio desarrollado en América Latina y el Caribe que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores con diabetes a través de un enfoque integral, ha advertido del impacto de las olas de calor en las personas mayores, especialmente en aquellas que sufren diabetes.
Los expertos del proyecto, donde participa también la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), han pedido a asociaciones e instituciones que protejan a este colectivo mientras se mantengan las temperaturas tan altas en España y Europa porque, de lo contrario, las consecuencias "pueden ser graves".
En este sentido, la doctora y farmacóloga clínica de Diabfrail-Latam, Laura Pedraza, ha explicado que la diabetes "aumenta el riesgo de daños por exposición al calor debido a los efectos de la enfermedad sobre la capacidad del organismo para regular la temperatura" y ha añadido que la exposición al calor "favorece la deshidratación, lo que puede llevar a un aumento de la glucemia y la diuresis asociada". Esta situación, según Pedraza, "es especialmente peligrosa para los pacientes mayores con diabetes, quienes ya presentan un mayor riesgo de complicaciones".
De hecho, Pedraza ha recordado que las personas con diabetes "tienen un 30 por ciento más de probabilidades de sufrir complicaciones relacionadas con el calor en comparación con aquellas que no la padecen". Según ha recalcado, las olas de calor han sido responsables de aumentos significativos en la hospitalización de estos pacientes.
Ante las elevadas temperaturas, la especialista ha recomendado que los pacientes se mantengan hidratados bebiendo agua con frecuencia, incluso si no sienten sed, y que eviten salir en las horas de mayor calor, generalmente entre las 11 y las 16 horas. También ha sugerido que se midan los niveles de glucosa con mayor frecuencia, ya que el calor puede afectar los niveles de azúcar en sangre.
Asimismo, ha aconsejado que, al salir a la calle, se vistan con ropa ligera y de colores claros, además de emplear sombreros y gafas de sol para protegerse de este. Si se presentan síntomas como mareos, confusión o calambres musculares, ha apuntado que busquen atención médica de inmediato.
Al margen de los pacientes con diabetes, CEOMA ha recomendado a todas las personas mayores mantenerse hidratadas y en espacios frescos y ventilados, y ha pedido a las instituciones que tomen las medidas necesarias para evitar complicaciones, especialmente en las personas que viven solas. Reforzar los equipos en los ambulatorios y mejorar la atención domiciliaria son algunas de las medidas que propone para ayudar a que las personas mayores puedan disfrutar del verano sin sufrir problemas de salud relacionados con el calor.