MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores han realizado un estudio sobre la presencia de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS) en las mascarillas y han detectado que la mayoría de las analizadas contienen niveles bajos o insignificantes, excepto una comercializada para los bomberos, que podría suponer un riesgo para la salud en determinadas situaciones, según publican en la revista 'Environmental Science & Technology Letters', de la Sociedad Química Americana.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS) se añaden a muchos productos para repeler los fluidos, pero su presencia en las mascarillas no se había estudiado a fondo.
Los fabricantes diseñan las mascarillas no sólo para evitar la inhalación de partículas y agentes patógenos, sino también para repeler fluidos, por lo que algunas empresas podrían estar añadiendo revestimientos de PFAS a sus productos.
Durante la actual pandemia, las personas han llevado máscaras faciales durante largos periodos, lo que podría exponerlas a PFAS por inhalación, exposición cutánea o ingestión accidental. Además, las mascarillas usadas acaban en los vertederos, donde los compuestos podrían filtrarse al medio ambiente.
Ivan Titaley, de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos), y sus colegas querían medir los PFAS en diferentes tipos de mascarillas y analizar las implicaciones para la exposición humana y el medio ambiente.
Utilizaron la espectrometría de masas para medir los PFAS no volátiles y volátiles en nueve tipos de mascarillas: una quirúrgica, una N95, seis de tela reutilizables y una mascarilla de tela resistente al calor anunciada para los bomberos.
Las mascarillas quirúrgicas y N95 tenían los niveles más bajos, mientras que la mascarilla para bomberos tenía la cantidad más alta. A continuación, el equipo calculó la dosis de PFAS que podría causar problemas de salud por exposición crónica, basándose en estudios previos con animales.
Según los cálculos, el uso regular de las mascarillas quirúrgicas, N95 y de tela no supondría ningún riesgo. Sin embargo, los niveles más altos de PFAS en la mascarilla de bombero superaban la dosis considerada segura, pero sólo cuando se llevaba durante un día completo (10 horas) con un nivel de actividad elevado, como el ejercicio o el trabajo que potencian la respiración del usuario.
A continuación, los investigadores analizaron el impacto medioambiental de los PFAS de las mascarillas quirúrgicas y N95 (que constituyen más del 99% de las mascarillas desechadas en los vertederos). Calcularon que incluso si todas las personas mayores de 5 años en Estados Unidos tiraran una mascarilla al día (90.000 millones de mascarillas al año), las mascarillas serían sólo una fuente menor de PFAS en los lixiviados de los vertederos y en el agua doméstica.
Según los investigadores, este estudio debería animar al público a seguir usando mascarillas, especialmente durante una pandemia. También podría ayudar a la gente a tomar decisiones informadas sobre qué tipo de mascarillas usar y animar a los fabricantes a tener en cuenta las sustancias químicas utilizadas en las mascarillas, explican.