MADRID, 9 Ago. (Reuters/EP) -
La mayoría de los jóvenes que fuman cigarrillos sin humo también son consumidores habituales de tabaco tradicional, tal y como ha evidenciado una investigación realizada por la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston (Estados Unidos).
Este trabajo, que ha sido publicado en la edición digital de la revista 'Pediatrics', expone estos resultados "preocupantes pero no sorprendentes". Así lo señala el vicepresidente de Comunicaciones de la Campaña en favor de Niños Libres de Tabaco, Vince Willmore, que no participó en el estudio.
A su juicio, las tabacaleras "gastan enormes sumas de dinero para comercializar tabaco sin humo de forma que éste atraiga a los niños para que comiencen a fumar este tabaco de manera dual con el tradicional". Tal es así que, entre 1998 y 2011, estos costes "se incrementaron en un 210 por ciento", añade.
Aunque los expertos sostienen que productos solubles como es el caso del 'Snus' sueco son menos nocivos que el tabaco de mascar, ya que contienen menos nitrosaminas, estos consideran que pueden servir "como droga de entrada" para el consumo de tabaco por parte de los menores.
DATOS DE LA ENCUESTA NACIONAL DE TABACO EN JÓVENES
Para llegar a las conclusiones obtenidas en esta investigación, el autor principal del mismo y miembro de este centro académico del Estado norteamericano de Massachusetts, el doctor Gregory Connolly, ha analizado los datos arrojados por la 'Encuesta Nacional sobre Tabaquismo en Jóvenes 2011', la cual incluyó a 19.000 alumnos.
En ella, se evidencia que el 5,6 por ciento de los jóvenes consume distintos tipos de tabaco sin humo, así como que el 5 por ciento lo hace específicamente de tabaco de mascar. Por su parte, menos de un 2 por ciento consumen 'Snus' y un 0,3 por ciento otros tipos de productos solubles.
Por otra parte, se expone que el 72 por ciento de los que consumen tabaco sin hubo lo hacen también de tabaco tradicional, dato que se eleva hasta el 81 por ciento en los consumidores de 'Snus' y otros tipos de productos solubles. Además, sólo un 40 por ciento de los consumidores de tabaco sin humo afirma tener planes de dejar de fumar,
A juicio de Connolly, los datos son peores de los esperados, siendo el hallazgo "más preocupante" el referido a la "tan alta cifra de fumadores de tabaco tradicional". Por ello, concluye que el tabaco sin humo no sólo no sustituye al tradicional, sino que lo fomenta.
