MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los bebés que nacen pequeños para su edad gestacional tienen un mayor riesgo de tener problemas de fertilidad en la edad adulta, según una investigación publicada en 'Human Reproduction', una de las principales revistas de medicina reproductiva del mundo.
Investigadores daneses observaron a 5.594 hombres y 5.342 mujeres nacidos entre 1984 y 1987 y los siguieron hasta la edad adulta hasta finales de 2017. Descubrieron que los hombres que habían nacido pequeños para la edad gestacional tenían un 55% más de riesgo de infertilidad que los adultos en comparación con los adultos dentro del rango de peso apropiado para la edad gestacional. No encontraron ningún vínculo entre la edad gestacional y la infertilidad en las mujeres.
La investigadora Anne Thorsted, quien realizó el estudio cuando era parte de un grupo de investigación del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), explica que "entre los hombres que nacieron pequeños para la edad gestacional, se encontró que 8,3% habían sido diagnosticados o estaban siendo tratados por infertilidad a fines de 2017 en comparación con el 5,7% de los hombres nacidos con el peso adecuado".
Pequeño para la edad gestacional se define como los bebés que tienen un peso al nacer un 10% inferior según cada semana de gestación en comparación con otros niños de la misma edad gestacional. Por ejemplo, el rango de peso para los bebés nacidos a término (40 semanas) fue de aproximadamente 2.500-4.500 gramos en este estudio, por lo que los bebés nacidos a término que pesaron menos de 3.000 gramos se definieron como pequeños para edad gestacional y pesaba menos del 90% de otros niños de la misma edad gestacional.
Investigaciones anteriores han sugerido un vínculo entre el crecimiento restringido del feto en el útero y un riesgo dos o tres veces mayor de problemas de pene y testiculares en los niños. En particular, hipospadias (una malformación donde la abertura de la uretra no está en la punta del pene), criptorquidia (testículo no descendido) y cáncer testicular. Estas condiciones están vinculadas a problemas de fertilidad.
Sin embargo, ha habido pocos estudios contradictorios sobre el vínculo entre el peso al nacer para la edad gestacional y la infertilidad.
En el estudio actual, cuando los investigadores excluyeron a los hombres nacidos con hipospadias o criptorquidia, el vínculo entre nacer pequeño para la edad gestacional y la infertilidad se debilitó. Encontraron un aumento estadísticamente no significativo del 37% de riesgo de infertilidad entre los hombres restantes, con 7,3% de los hombres nacidos pequeños para la edad gestacional que son infértiles en comparación con el 5,6% de los hombres nacidos con el peso apropiado.
Thorsted explica que "esto puede indicar que parte de la asociación entre el peso gestacional y la infertilidad está mediada por los efectos de la hipospadias y la criptorquidia, que se sabe que está relacionada con un riesgo posterior de infertilidad".
Según señala, aún no estaba claro cuáles serían los mecanismos potenciales para el vínculo entre el peso al nacer y la infertilidad. "Un entorno de crecimiento subóptimo para el feto, por cualquier razón, podría ser perjudicial para el desarrollo de la producción de esperma y los órganos reproductivos", apunta.
"También se podría especular que la salud y el estilo de vida de la madre durante el embarazo podrían afectar tanto el crecimiento fetal como el desarrollo de las funciones reproductivas; por ejemplo, ya sabemos que si la madre fuma, esto puede tener un impacto en el feto. Puede muy bien sea ??que la criptorquidia, el hipospadias y la infertilidad tienen orígenes comunes en la vida fetal", añade.
"Nuestros resultados muestran que a veces debemos mirar la vida muy temprana para encontrar explicaciones de los problemas de salud que ocurren más adelante en la vida", concluye.
Los hombres y las mujeres del estudio fueron nacimientos únicos, nacidos en dos regiones danesas, Aalborg y Odense, entre 1984 y 1987. Los investigadores obtuvieron información sobre el peso al nacer y la edad gestacional de los registros de nacimientos, y recuperaron información sobre diagnósticos de infertilidad y tratamientos de fertilidad del Registro Nacional Danés de Pacientes y del Registro Danés de Fertilización In Vitro.
Las madres de todas las participantes completaron un cuestionario durante el embarazo que preguntaba sobre los factores que podrían afectar los resultados, como la edad, el estilo de vida (consumo de tabaco y alcohol), la salud (incluido el índice de masa corporal) y el estado sociodemográfico (empleo y si o no los padres vivieron juntos). Al final del período de seguimiento en 2017, la edad promedio de los participantes era de 32 años.
Las fortalezas del estudio incluyen el gran número y la alta tasa de participación (87%) entre las mujeres embarazadas involucradas en el estudio 'Hábitos de salud para dos'. Además, la disponibilidad de datos de los registros daneses resultó en una tasa de seguimiento del 98% para los participantes, reduciendo el riesgo de sesgo y convirtiéndolo en una muestra representativa.
Los investigadores reconocen que los participantes no habían llegado al final de su vida reproductiva en 2017 y sería interesante ver cuál era la situación dentro de otros diez años.
Las limitaciones del estudio incluyen que se utilizaron diferentes métodos para estimar la edad gestacional, y que los participantes se clasificaron como infértiles si tenían un diagnóstico de infertilidad o si formaban parte de una pareja que buscaba tratamiento de fertilidad, incluidas las madres lesbianas y solteras.
Sin embargo, cuando los investigadores excluyeron a todos los participantes con información faltante sobre la causa de la infertilidad, el riesgo de infertilidad entre los hombres nacidos pequeños para la edad gestacional aumentó del 55% al 88%, lo que sugiere que esto podría reflejar el verdadero riesgo de infertilidad en este grupo con mayor precisión.
Alrededor del 12,5% de las parejas se ven afectadas por la infertilidad, que se define como intentar sin éxito concebir durante un año o más. La infertilidad masculina es responsable de aproximadamente un tercio de los casos, la infertilidad femenina es responsable de otro tercio y el tercio restante se debe a problemas tanto en el hombre como a la mujer o por una causa no identificada.