MADRID 23 May. (EUROPA PRESS) -
Entre un 33% y un 40% de los niños con eccema atópico muestra una sensibilización alérgica; además, la prevalencia de esta patología, una enfermedad crónica inflamatoria que cursa con picor, sequedad y descamación de la piel está "aumentando de manera progresiva en el contexto del aumento general de las enfermedades alérgicas", aseguró el doctor Antonio Nieto, investigador de la Unidad de Alergología Infantil del Hospital La Fe de Valencia en el simposio 'El eccema atópico desde la óptica del paciente' celebrado en el XXX Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergología, patrocinado por Novartis y Esteve.
"Las cifras de prevalencia de eccema atópico infantil en países industrializados son del orden del 15%-20%", señaló el experto. Sin embargo, la alergia es sólo uno de los factores involucrados en el eccema atópico, según Nieto, quien manifestó que éste es un problema multifactorial en el que influyen una serie de factores exógenos como los cambios de temperatura, los alergenos ambientales y alimentarios, los factores irritantes y otros endógenos, como la sequedad de la piel (consecuencia de una inadecuada composición de la capa grasa cutánea), el estrés o la respuesta inmunológico, entre otros.
"La influencia que cada uno de estos factores tiene en cada paciente concreto es muy variable. Así, hay pacientes en los que la alergia tiene un papel preeminente y otros en los que ello no sucede", sentenció el doctor. Sin embargo, Nieto explicó que en los casos en los que se constata la presencia de alergia es importante estudiarla porque, en la misma medida en que la alergia pueda contribuir etiológicamente en un caso concreto, un adecuado control de la misma puede contribuir a la mejoría del problema.
Asimismo, el especialista comentó que "de forma genérica, el tratamiento fundamental de todos los niños con eccema atópico es el cuidado y protección de la piel que incluye la hidratación de la misma, las medidas relativas al baño del niño, evitar el rascado, las sobreinfecciones, los factores irritantes y los alergenos ambientales y alimentarios".
El doctor Nieto habló también en el simposio del uso del pimecrolimus en la práctica diaria para el control del eccema atópico. "La comercialización de los inhibidores tópicos de la calcineurina como alternativa al tratamiento de los niños con dermatitis con corticoides tópicos ha supuesto un notable avance en el tratamiento de los niños con dermatitis atópica, algo especialmente cierto en el caso de pimecrolimus, puesto que es un fármaco especialmente desarrollado para su aplicación cutánea, con una absorción percutánea ínfima o nula", manifestó.
