MADRID 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 61,3 por ciento de las muertes hospitalarias por síndrome coronario agudo se producen en pacientes con un 'shock' cardiogénico, un estado por el que el corazón que ha quedado dañado es incapaz de suministrar suficiente sangre a los órganos del cuerpo.
Así se desprende de los últimos datos recabados por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) de su registro de análisis del retraso en el infarto agudo de miocardio ARIAM, relativos a 2011.
Dicho registro ha mostrado también que el 66,7 por ciento de los pacientes con síndrome coronario agudo con elevación persistente del segmento ST (SCACEST) fallecen en el hospital a causa de un 'shock' cardiogénico mientras que, del resto, la mitad tampoco consiguen superar su patología.
Además, existe un alto índice de pacientes que fallecen a causa de una muerte súbita con fibrilación ventricular, o disociación electromecánica, ya que representan el 19,4 por ciento de estos fallecimientos.
En el caso del SCASEST, hasta un 20 por ciento de los fallecimientos se deben a casusas no cardiológicas, de ahí que los intensivistas aconsejen su ingreso en unidades polivalentes en detrimento de las unidades monográficas exclusivamente cardiológicas.
Según aseguran, la medida más conveniente es avisar urgentemente al servicio de emergencias 112 ante los síntomas de infarto.
El informe muestra como en una cuarta parte de los pacientes que acuden por el sistema sanitario no se registra un electrocardiograma pre hospitalario y más de la mitad ingresa sin monitorización y sin administración de antiagregantes, lo que complica el seguimiento del paciente y su recuperación.
Por ello, los intensivistas insisten en la necesidad de que los pacientes avisen al sistema de salud en los primeros síntomas de un accidente cardiovascular y, del mismo modo, reclaman que no haya pasividad terapéutica de la atención pre hospitalaria del síndrome coronario agudo en relación al uso de la 'Aspirina' (Bayer), la realización de un Electrocardiograma (ECG) pre hospitalario y la monitorización del paciente.
Además, los resultados del Registro ARIAM alertan de la baja utilización de la ecocardiografía en UCI. Así, solamente se utiliza en el 40 por ciento de los enfermos y, sorprendentemente, en el 33 por ciento de los pacientes con grupo de 'Killip' superior a 1.
Según el coordinador nacional de ARIAM, estos datos han mejorado notablemente en 2012, y actualmente se realiza un ecocardiograma en UCI en más del 70 por ciento de los pacientes con síndrome coronario agudo.