Más de la mitad de los españoles no sigue una dieta equilibrada, y los jóvenes entre 25 y 34 años son quienes peor comen

Actualizado: viernes, 17 abril 2009 19:00


MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

Más de la mitad de los españoles no mantiene una dieta equilibrada, mientras que el grupo de personas entre los 25 y los 34 años son los que comen peor debido a las comidas rápidas y a los horarios irregulares, según advirtieron hoy los laboratorios Esteve.

Por ello, para proporcionar al cuerpo la dosis diaria necesaria de nutrientes, los especialistas recomiendan seguir una dieta variada, rica en productos frescos, frutas y verduras, frutos secos y cereales, evitar el exceso de grasas y azúcar, así como el consumo de tabaco y alcohol. Asimismo, aconsejan practicar deporte ayuda a eliminar toxinas y a combatir el estrés, mientras que dormir ocho horas favorece la concentración durante el día.

El experto en nutrición y vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), Jesús C. Gómez, explicó que "los desequilibrios del organismo pueden afectar a la respuesta de las defensas y al estado de ánimo, puesto que el sistema inmunológico está muy ligado al sistema nervioso".

En cuanto a la mujer, explicó que los cambios biológicos que se producen en su organismo hacen que necesite una aportación específica de vitaminas y minerales según cada momento de su vida. En la adolescencia, los especialistas aconsejan ingerir, sobre todo, las dosis recomendadas de vitamina D hasta los 24 años, para evitar alteraciones óseas.

Además, indicaron que el omega3 y el ácido fólico (vitamina B9) son esenciales durante el embarazo, porque favorecen el correcto desarrollo del feto y de su sistema nervioso. Además, "el 20 por ciento de las mujeres llega al embarazo con reservas vitamínico-minerales insuficientes, por lo que es muy importante mantener los niveles adecuados de nutrientes durante la edad fértil, para afrontar adecuadamente la gestación y la lactancia", explicó Gómez.

Asimismo, advirtió de que la conciliación familiar y laboral, a menudo, supone un sobreesfuerzo para la mujer, ocupada de las responsabilidades dentro y fuera de casa, por lo que apuntó que mantener los niveles adecuados de hierro aumenta la capacidad física y el rendimiento.