Más de 2 millones de españoles sufre disfagia o dificultad para masticar y tragar

Anciano comiendo.
Anciano comiendo. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / MONKEYBUSINESSIMAGES
Publicado: jueves, 12 diciembre 2019 14:02

   MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Más de dos millones de españoles sufren disfagia y la mayoría de ellos están sin diagnosticar y, por tanto, sin recibir el tratamiento adecuado, según alertan desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) con motivo del Día Mundial de la Disfagia, que se celebra este jueves.

   La disfagia es un trastorno de la deglución que consiste en la dificultad para masticar o tragar y permitir el transporte de secreciones endógenas o alimentos hacia el tracto digestivo superior. Uno de los factores que pueden determinar su gravedad es la aspiración, que se produce cuando algunas de estas sustancias entran en la vía aérea.

   Así, desde la SEORL-CCC recuerdan la importancia de prestar atención a los posibles signos de alarma para recibir el tratamiento adecuado y evitar consecuencias en la alimentación, así como los atragantamientos por aspiración.

   Entre los signos que pueden alertar de la presencia de este trastorno se encuentran las alteraciones del nivel de consciencia, alteraciones motoras o sensitivas; alteraciones de la articulación del lenguaje, disfonía en forma de voz soplada, ronca o voz nasal; atragantamientos o episodios de tos durante la ingesta; aumento del tiempo empleado para la ingesta, pérdida de peso inexplicable, dificultad o lentitud en la masticación; y dolor o sensación de obstrucción durante la deglución.

   En este sentido, la SEORL-CCC destaca la importancia de realizar un correcto diagnóstico para que los pacientes sean tratados de forma adecuada y se garantice la seguridad en la deglución.

   Asimismo, recuerda a los pacientes que sufren disfagia la importancia de realizar una serie de modificaciones en la dieta para adaptar los volúmenes y texturas de los alimentos y evitar aquellos que pueden resultar peligrosos, como los frutos secos, los polvorones o las uvas.